NoticiaCorpus Christi Yunquera ha vivido un Corpus inédito Publicado: 04/06/2021: 13163 La fiesta del Corpus Christi en Yunquera es una de las más señaladas de la Diócesis de Málaga y, en este segundo año de pandemia del coronavirus, ha recuperado su celebración el jueves 3 de junio, aunque de forma claustral. Por segundo año consecutivo, Yunquera, como el resto de la diócesis, ha vivido un Corpus sin procesión eucarística por las calles. Esto no ha impedido, sin embargo, su celebración fervorosa por parte de los fieles, que han podido vivirla en la iglesia y también a través del canal de YouTube de la hermandad del Santísimo Sacramento. El olor del almoradux ha vuelto a impregnar este día grande. La Eucaristía se celebró a las 19.00 horas, presidida por el párroco, Óscar Daniel Acosta Pereyra y concelebrada por el párroco de Alozaina, José Luis Bellón. Un manto de helechos y mejorana cubrió el suelo del templo de la Encarnación, donde se recuperó también la presencia de los niños que han recibido la primera comunión en el año. Al término de la celebración, ellos fueron los encargados de lanzar una petalada de flores desde el coro de la parroquia al paso del Santísimo Sacramento por las naves, dejando una estampa única e inédita para el recuerdo de la comunidad. A continuación, el pueblo recibió la bendición con el Santísimo desde la torre del campanario, mientras los jóvenes de la hermandad que lo tiene por titular hacían caer de nuevo miles de pétalos de flores y repicaban las campanas. En su homilía, el párroco insistió en la necesidad de experimentar la presencia de Jesús en la vida. «Recibir el Cuerpo de Cristo es pasar a formar parte de la vida pública. No es un Cristo encerrado, sino un Cristo que sale a través nuestro. Como el año pasado, este no hay procesión, pero sí puede salir a través de cada uno de nosotros. Podemos ser una custodia, no somos menos bellos que eso, y podemos llevar al Señor en nuestro corazón, pero eso es una decisión de cada uno de nosotros», afirmó. «Cada uno decide si va a llevar a Dios como una custodia o lo va a llevar escondido».