NoticiaLibros Un canto a la Resurrección desde la mecánica cuántica José Luis Solano, con su libro editado por "Bendita María" Publicado: 19/12/2017: 15966 José Luis Solano, físico y profesor de Matemáticas, no podía imaginar la repercusión que iban a tener aquellos apuntes sobre el cuerpo del Resucitado que había preparado para ayudar a unos catequistas a hablar sobre la escatología. Hace unos días presentó en Málaga su libro: “Materia y Resurrección”, un ensayo prologado por el obispo de Cádiz en el que aborda la resurrección de la carne desde una perspectiva multidisciplinar. «Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana». Así explicaba san Pablo a los Corintios la absoluta centralidad del misterio de la Resurrección para la fe cristiana y para la evangelización. Y este es precisamente el objetivo del libro que el gaditano José Luis Solano ha presentado en el Centro Pastoral Arrupe invitado por la Librería Renacer: «Es un canto a la Resurrección de Jesucristo, que es el pilar de nuestra fe –afirma–. Es un anuncio del kerygma, de la buena noticia del amor de Dios. Es proclamar que esta vida tiene un sentido, que es el cielo, que ha sido inaugurado por nuestro Señor Jesucristo y que hay una esperanza real, auténtica y personificada gracias a la resurrección que Él nos promete». Solano pertenece a la primera Comunidad Neocatecumenal de la parroquia de la Santa Cruz de Cádiz y da clase a alumnos de Secundaria y Bachillerato en un instituto. Nunca había pensado en publicar un libro. «Yo no soy escritor, afirma. Esto es un “lío”, como dice el papa Francisco, en el que el Señor me ha metido de forma inesperada. A raíz de una catequesis magisterial que escuché en 2010 que versaba sobre la resurrección de la carne, sentí de alguna manera el impulso de hacer unas notas sobre la materia. A mis catequistas se les ocurrió llevar esas notas en borrador a los iniciadores del Camino Neocatecumenal: Kiko Argüello, Carmen Hernández y el padre Mario Pezzi. Este último me pidió permiso para enseñarlo a otros profesores universitarios. La cosa fue avanzando y al final se interesaron dos editoriales: una pequeña y una grande. Me asusté y me quedé con la pequeña porque era un poco novato en esta tarea, y decidí hacerlo como un servicio a la Evangelización», por eso, los beneficios de su venta van destinados al centro Santa María de África, en Ceuta. El libro consta de tres partes: una primera que sirve de telón de fondo en la que se explica qué dice la filosofía sobre la materia y sobre la inmortalidad del alma. En segundo lugar, hay una parte que aborda el tema desde la perspectiva de la ciencia experimental. «Este capítulo es totalmente sorprendente, señala, porque la ciencia moderna, cuyos dos pilares son la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, llega a conclusiones realmente sorprendentes sobre las propiedades que tiene la materia». Por último, el tercer capítulo es una reflexión teológica en la que el autor explica cómo esas transformaciones que sufre la materia no son incompatibles con las propiedades de un cuerpo glorioso como el que, según los Evangelios, tiene Jesucristo resucitado. Para hacer frente al riesgo del concordismo (forzar las Escrituras para que concuerden hasta la última coma con las teorías científicas o viceversa), el autor afirma haber intentado «por todos los medios huir de una visión meramente racionalista o fisicista de la Resurrección. La Resurrección es un misterio –recalca–; llega un momento en el que hay que pasar a la fe. No trata el libro de explicarnos a través de una ecuación perfecta cómo fue la Resurrección, ni es un tratado escatológico, ya los hay buenísimos; solo se trata de ver en unas pinceladas cómo las propiedades de la materia que nos dice la física no son incompatibles con el artículo del credo en el que proclamamos creer en la “resurrección de la carne”. Porque no somos platónicos. Nosotros no vemos en el cuerpo una especie de cárcel de la que hay que librarse. No, Jesucristo ha redimido también la materia, y la resurrección que se nos promete es en cuerpo y alma».