El párroco, Vasile Ureche, afirma que, «al recibir la noticia, toda la comunidad parroquiaL se alegró mucho porque la última Visita Pastoral, según las actas de la parroquia, es de 1988, así que todo el mundo estaba muy ilusionado».

Entonces comenzaron un tiempo de oración por el fruto de esta Visita y pusieron en marcha «los preparativos para la Visita Pastoral, en los que se volcó toda la comunidad, los catequistas, el coro… todos. También concluimos la formación de un grupo de 18 niños y 4 adultos para que recibieran el sacramento de la confirmación de manos del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá», explica el párroco, quien añade que «fue un día vivido con intensidad desde las 10 de la mañana, cuando llegó el Sr. Obispo y fue recibido por un comité de acogida formado por los hermanos mayores de las hermandades de Colmenar, los miembros del Consejo Pastoral y un grupo de feligreses».

Tras un tiempo de oración en silencio en el templo parroquial, D. Jesús acudió a visitar a una de las enfermas de la parroquia, Ana Silva, a su casa, a quien le llevó «consuelo y la Sagrada Comunión. Nuestra vecina se emocionó muchísimo y le dio las gracias porque no se veía merecedora de tal visita. Antes de continuar el Sr. Obispo bendijo a la familia».

De regreso al templo, D. Jesús confesó a cuantos feligreses se acercaron a recibir el sacramento y después presidió la celebración de la Eucaristía en la que «nos habló de la importancia de profundizar en la Palabra de Dios para todo cristiano e impartió el sacramento de la confirmación», explica el párroco. 

Tras la celebración litúrgica, el pastor de la diócesis compartió un tiempo de reflexión y convivencia con la asamblea parroquial en el que destacó «la importancia de la renovación de nuestra vida cristiana, para que seamos levadura que cambie el mundo».

Para terminar, el párroco le hizo entrega, de parte de toda la parroquia, de una placa de agradecimiento por la visita y una hermosa cesta de productos de la tierra que prepararon con mucho cariño.

Antes de regresar a la ciudad, el Obispo de Málaga visitó también la Ermita de la Candelaria, acompañado por los miembros de la hermandad, con quienes elevó una oración a la Virgen María para que interceda por el pueblo de Colmenar. 

En palabras de Vasile Ureche, el párroco, «la gente ha quedado muy contenta y ha acompañado en todo momento al Sr. Obispo. Ha sido una bendición de Dios para la comunidad de Colmenar, un encuentro del pastor con sus feligreses, como el de un padre con sus hijos. Un momento de gracia, alegría y esperanza en estos momentos difíciles de COVID que vivimos».

Y es que, «a pesar de las mascarillas y las distancias de seguridad, que en todo momento se han guardado, era visible la alegría en los rostros de los fieles. Y ahora, a preparar la Visita a la parroquia de Riogordo, en la que también sirvo como párroco y donde esperamos a Don Jesús el próximo mes de mayo, si Dios quiere».

Y concluye el párroco recordando una frase del Obispo de Málaga que a todos les quedó marcada: «vosotros sois importantes y tenéis una misión, ser testigos de Jesús en estos tiempos. Ahora, manos a la obra».