Cáritas trabaja por el desarrollo integral de las personas, siempre con ellas como protagonistas, lo que significa que debemos acompañarlas en su proceso de inserción social. En este contexto, las de alimentación forman parte de las ayudas que hay que ofrecer a personas en situación de necesidad material urgente, pero que cobra su sentido dentro de la cercanía, del tiempo de encuentro compartido, del conocimiento de la situación, etc. Cáritas participa en el proyecto dado el carácter urgente y puntual de dicha iniciativa, destacando además que la mayor parte de los niños entre 3 y 12 años que serán atendidos pertenecen a familias cuyo seguimiento ya se está realizando bien por Cáritas, bien por los servicios sociales comunitarios.

La participación de la Asociación NAIM (Nueva Alternativa de Intermediación y Mediación) es otro de los factores decisivos que hacen aún más positivo el proyecto. NAIM es una ONG que desarrolla su labor de integración social en barrios como La Palmilla y La Corta. Es promotora de tres empresas de inserción, una de ellas Q’WENO Catering, será la encargada de elaborar y distribuir todos los alimentos en los puntos de recogida habilitados en todos los distritos de la capital. Gracias a este proyecto, se producirán 38 contrataciones de personas en riesgo de exclusión, lo que supone una gran noticia aunque sea un contrato temporal.

Desde Cáritas Diocesana de Málaga se afirma que no es bueno que las familias se vean en la situación de tener que ir a recoger comida para que coman adecuadamente los hijos. Por eso su trabajo consiste, principalmente, en colaborar para que en nuestra sociedad esas circunstancias no se den y en denunciar las causas que las producen. A pesar de ello, entiende que debe participar y atender la urgencia de todos estos niños malagueños con dificultades de alimentación, mientras se sigue trabajando e interviniendo con sus 692 familias, además de poder promover la integración laboral de casi cuarenta personas en riesgo de exclusión, sabiendo que para muchas de ellas, será su primer contrato.

Toda la comida preparada se entregará en 16 lugares repartidos por todos los distritos de la ciudad, en ningún caso será una Cáritas Parroquial, ni una parroquia, ni ningún lugar relacionado con la Iglesia Católica, siempre será en equipamientos de titularidad pública, en un horario amplio y que además tienen otros usos distintos, con lo cual evitamos la estigmatización de estas familias.