NoticiaComunicación «Tenemos que hablar de la Iglesia sin ningún tipo de prejuicio» Manuel Castillo, director de Sur, en su despacho Publicado: 21/01/2020: 19856 Manuel Castillo (Málaga, 1966) es el director del “periódico de Málaga desde 1937”, el diario Sur. Cabecera en la que echó los dientes y que hoy comanda en medio de las procelosas aguas de la transformación digital. El próximo 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, recibirá el premio Cardenal Herrera que otorga la Diócesis de Málaga a los profesionales de la comunicación que se distingan en el ejercicio de su profesión. La entrega tendrá lugar tras la Misa que se celebrará en el Sagrario a las 10.30 horas ¿Cómo le sienta a uno recibir el premio Cardenal Herrera? Para mí es un orgullo y un honor siempre que te reconozcan por algún motivo profesional. Estoy muy contento. La Iglesia tiene su voz en el periódico, con una página dominical y una columna semanal del delegado de Medios... La Iglesia forma parte de la sociedad malagueña y Sur lo que pretende es ser un reflejo de esa sociedad. Si, además, muchos de nuestros lectores forman parte de ella, el periódico no puede estar en ningún modo alejado de la Iglesia. Estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión, de todas las opiniones, y eso se refleja en contenidos que abracen todas las formas de pensar. Una columna de opinión desde la propia Iglesia refuerza la sección de opinión de todo el periódico y, además, estamos muy contentos con ella. ¿Cómo hacer que la gente se interese por más aspectos de la Iglesia aparte de los cofrades? Hay más Iglesia en los contenidos de los medios de comunicación de lo que parece. Muchas de las informaciones que publican los medios están inspiradas en personas que forman parte de la Iglesia o en personas que comulgan con la Iglesia o en personas que están muy cerca de la Iglesia. En muchos medios de comunicación, hay prejuicios a la hora de acercarse a la Iglesia, incluso de publicar contenido de esta, y yo creo que hay que hacerlo. ¿Cómo se gestiona desde la redacción Sur? Hablamos de ella sin ningún tipo de prejuicio, como hablamos de otras muchas cosas en el periódico, porque la Iglesia es muy amplia y en ella caben muchas formas de pensar diferentes. Lo hacemos así, como corresponde a una parte fundamental de la sociedad, aunque no todo el mundo comulgue con ella. La Iglesia, desde hace mucho tiempo, y con el Papa actual más aún, es un espacio donde se puede hablar, en el que se pueden tener ideas diferentes. Por eso Sur da un espacio a la Iglesia. ¿Reza? ¿Por qué? Rezo a veces. Desde mi punto de vista, personalmente, creo que es una forma de conectar con uno mismo, de trascender un poco, de alejarme del ruido que nos rodea permanentemente y de conectar con la verdad, con la esencia de cada persona. En esa oración, pido capacidad para pensar, para poder mantener los principios que inspiran mi vida y, sobre todo, para no perder el rumbo. Un rumbo que debe estar marcado por la honestidad y por la solidaridad. Esos son los dos principios que inspiran mi vida tanto personal como profesional. La buena obra a la que debe aspirar un periodista es… Trabajar cada día con honestidad y persiguiendo la verdad sin intentar manipularla. ¿Y el pecado mayor? Engañar a los lectores a través de informaciones que no se ajusten a la realidad. ¿Qué piensa ante la pantalla en blanco? Pienso en el lector que me va a leer y en no defraudarlo. ¿Y tras el punto final? Siempre hay un punto de cosquilleo en el estómago tras haber conseguido plasmar en el papel lo que estaba en tu cabeza.