Está concluyendo la celebración del 150 aniversario. Desde abril de 2014 han celebrado múltiples actos de formación, oración, celebración... ¿Y también de caridad?
También. La Caridad es la partida más importante dentro de los presupuestos de nuestra cofradía. El año pasado, en concreto, fue el 52% de los ingresos. Y ese dinero lo destinamos a la parroquia, la ONG católica para el desarrollo Proclade, el centro San Juan de Dios, las Hermanitas de los Pobres y la asociación Traíña, asociación protectora de personas con discapacidad intelectual. Además, estamos atentos a las necesidades de los vecinos del barrio. Y esto se sustenta con los ingresos extraordinarios de los hermanos cofrades.

El papa Francisco ha convocado un Año de la Misericordia, ¿qué le parece?
Parece que nos ha escuchado (se ríe). Bromas aparte, estamos muy contentos. La misericordia es el punto cardinal de nuestra fe y están surgiendo muchísimas imágenes de Cristo dedicadas a la Misericordia.

Este sábado tiene lugar una salida extraordinaria con la que clausurar el 150 aniversario.
Es la segunda vez que la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia sale de forma extraordinaria. La primera fue en 2001, para participar en una celebración de los Hermanos de San Juan de Dios. ésta sería nuestra segunda salida extraordinaria y la primera vez que entra la imagen en la Catedral. En 1865 no pudo entrar porque la lluvia lo impidió y, desde entonces, no hay constancia escrita de que se haya entrado en el primer templo malagueño. Allí celebraremos la Eucaristía. Estamos muy ilusionados.

¿Cuál piensa que es la clave de la devoción al “Chiquito”?
Los carmelitas tenían la costumbre de poner, en todos los conventos, la imagen de la Virgen del Carmen en el altar mayor y, en una capilla lateral, a Nuestro Padre Jesús de la Misericordia. Y así ocurre en la iglesia del Carmen, en El Perchel. Los carmelitas hicieron mucho por Málaga en el siglo XVII. Durante las grandes epidemias de la época (peste, cólera, etc.), el que fuera el convento de los carmelitas se convertía en un hospital y los frailes se volcaban en el cuidado de los enfermos, de ahí puede ser también la advocación de “misericordia”. La iglesia de dicho convento es ahora el templo parroquial, y allí permanecen la Virgen del Carmen y el Cristo de la Misericordia, a los que la gente sigue teniendo muchísima devoción.

¿Y por qué se le llama “Chiquito”?
Hay varias teorías, pero por la que más me inclino es que, durante muchos años, en la hornacina de la fachada de la iglesia había una imagen de piedra de Nuestro padre Jesús y la gente al pasar  lo llamaban “Chiquito”, por verse pequeño desde abajo.

¿Qué está suponiendo para usted este año de gracia que comenzaron en abril de 2014?
Llevo sólo dos años como hermano mayor, así que esta celebración ha sido todo un regalo para mí. Supone un recordatorio de la historia de la Cofradía y de las personas que durante 150 años nos han dejado este legado. Nuestra misión es dejar este legado a nuestros hijos, si es posible, mejor incluso de lo que nos lo han dejado.