NoticiaFamilia Un amor para toda la vida Publicado: 03/11/2023: 7536 Encuentro Diocesano La Delegación de Pastoral Familiar organiza una Jornada de Formación centrada en el proceso de formación y acompañamiento de los jóvenes en su noviazgo y sus primeros años de matrimonio. Tendrá lugar el sábado 11 de noviembre, de 10 a 14 horas, en la parroquia María Madre de Dios, en Málaga. «En casa aprendemos a recibir un amor que luego entregamos según a lo que nos llame el Señor» «Un seminarista está cinco años, como mínimo, en un proceso de formación concreto antes de ser admitido al sacramento del orden sacerdotal. Se trata de una vocación (llamada del Señor), como vocación es también el matrimonio y la vida familiar. ¿Cómo es el proceso de preparación para dicha vocación, cuándo empieza, quién lo acompaña? Y una vez casados, como una vez ordenados, ¿quién acompaña a los nuevos casados y quién a los nuevos sacerdotes en sus primeros años?», son algunas de las cuestiones que se plantearán en la Jornada de Formación que la Delegación de Pastoral Familiar de la Diócesis de Málaga ha organizado para todos los agentes de pastoral de las parroquias, arciprestazgos y movimientos, y a quien esté interesado en el tema. Tendrá lugar el sábado 11 de noviembre, en la parroquia María Madre de Dios, de 10.00 a 14.00 horas. «Cuando la gente oye hablar de cursillos y de preparación para novios… desconecta, pero ¿y si hablamos de la necesidad de prepararse bien para un amor que dure toda la vida? ¿Y si proponemos que ser feliz en el matrimonio no es cuestión de suerte?», afirman los delegados de Pastoral Familiar, Rosa Bejarano y Ramón Acosta, matrimonio que acaba de celebrar su 33 aniversario de boda. Otro de los puntos importantes de la jornada será «la importancia de estar acompañados por toda la Iglesia, desde las parroquias, los movimientos y las distintas instituciones. Algunos titulares de prensa afirman que las “triejas”, el poliamor y las relaciones abiertas siguen ganando terreno a la monogamia, pero nuestra propuesta sigue siendo otra», expresa Ramón Acosta. Y no podemos, continúa Ramón, «mirar hacia otro lado, ni esperar que fuera de casa hablen a los niños del amor para siempre, sino que tenemos en casa la responsabilidad de ir preparándolos para que sean capaces de entregar un amor entero, de saber responder a la llamada del amor, ya sea en el matrimonio o en otra vocación. Tenemos que estar ahí, desde que son pequeños, guiándolos en el descubrimiento de la afectividad y la sexualidad; de cómo guiarlos para que les haga dueños de su vida y no esclavos de intereses espurios, falsos; de cómo hablar de corazón a corazón; de saber perdonar; de saber esperar; de ser fieles a las personas que aman», añaden Ramón y Rosa porque «todos empezamos a aprender a amar en casa, rodeados de los que nos quieren. Primero aprendemos a “recibir” un amor que luego “entregamos” según a lo que nos llame el Señor». × En opinión de los delegados, «las comunidades y parroquias también tienen su responsabilidad en esta aventura de la vida familiar: ¿Cómo acompañamos a nuestros jóvenes novios? ¿Caminan solos? ¿Qué horizonte se les ofrece? La cuestión no es qué actividades podemos hacer con ellos, sino cómo los acompañamos en el descubrimiento de la belleza del amor, un amor llamado a crecer y madurar. Los jóvenes novios necesitan el "sí, caminamos con vosotros" de la comunidad. Necesitan escuchar continuamente el "no tengáis miedo". ¿Qué papel asumimos, como comunidad, para que crezca en ellos, como pareja de novios, la fe, la esperanza y el amor?». Esta jornada del 11 de noviembre «servirá para abrir nuevos caminos de encuentro entre la comunidad y los novios, entre los padres y sus hijos. Presentaremos las nuevas propuestas a la que nos invita el papa Francisco, pero servirán de poco si no caen en tierra fértil, en personas con deseos de prepararse y acompañar a estos jóvenes. Hay que tejer una red que permita que no queden parejas, aún sin fecha de boda, sin ser acompañadas», concluyen Rosa y Ramón. Este encuentro «se une al objetivo principal que tiene la Pastoral Familiar en la Iglesia de Málaga que es «unir más las familias a Cristo». En palabras de los delegados, «esta tarea nos lleva por el camino del amor, en el que todos somos acompañantes-acompañados para aprender a amar, tengamos la edad que tengamos y estemos en la etapa de la vida en la que estemos: a quien, en su corta edad, todavía camina detrás de unos padres que le quieren; a quien, en su juventud, descubre el lenguaje del amor y el lenguaje de un cuerpo que cambia rápidamente; a quien cuando su corazón se llena con la presencia de la persona amada comprende el bello horizonte que se les abre; a quienes desean construir una familia desde el compromiso y la fidelidad, respondiendo a la promesa que recibieron; a quien ve cómo se hunde en los primeros problemas y dificultades; a quien llega a ser abuelo o abuela y una mirada de nostalgia se convierte en una mirada de fe y esperanza… el objetivo es acompañar siempre por el camino del amor». ×