Quiero dar la gracias a todos los padres que haciendo un gran esfuerzo están presentes y acompañan a sus hijos en este proceso de hacerse cristiano, porque soy consciente de que están desbordados y hacen más de lo que pueden.

Los padres, son conscientes de que son necesarios e imprescindible en la educación de sus hijos porque ellos son “los primeros educadores de la fe de sus hijos”, que sencillamente educan, cuando rezan con sus hijos, bendicen la mesa, hacen la señal de la cruz al salir de casa o al pasar por una Iglesia, participan en la Misa familiar de la parroquia el sábado o domingo, cuando le hablan de Jesús como ese amigo que le quiere y le acompaña.

Los padres saben que su presencia en las reuniones que convoque la parroquia y su acompañamiento en las celebraciones que se realizan es muy importante, porque sus hijos, al verlos asistir y participar con ellos, ven que sus padres también creen en lo que ellos están haciendo.

Doy las gracias a todos los padres que, con su ejemplo y testimonio, animan a que sus hijos conozcan, amen y sigan a Jesús.