NoticiaEntrevistas «Seguro que Dios tiene un gran sentido del humor» Pachi e Idígoras, junto al viñetista Oroz, en los Premios Elgar Publicado: 27/08/2019: 19781 Los hermanos y humoristas gráficos Ángel y Francisco Javier Rodríguez Idígoras, Idígoras y Pachi, han visto premiada su larga trayectoria profesional con premios nacionales e internacionales, el último, el Premio “Elgar”, compañero que les enseñó a ver la cara alegre de la vida Más de tres décadas haciendo reír con sus “dibujitos”… ¿No se agota el optimismo? Pachi: El optimismo es parte de nuestro trabajo, aunque la realidad te invite a lo contrario. Una viñeta es como la receta de un médico para curar la tristeza, aunque la actualidad nos lo ponga difícil. Idígoras: Difícilmente se puede ser optimista si tratas a diario con la actualidad. Por lo general, los humoristas somos gente pesimista y utilizamos el humor para defendernos. Terminar la Catedral con las piezas de la exposición LEGO, una especie de solución “de quita y pon”… Me reí mucho con la propuesta. ¿Se moja con la realidad el que dibuja? I: Intento no mostrar mi opinión, sino reflejar lo absurdo de muchas noticias, las contradicciones entre lo que sucede y lo que debería ser. En algunos casos flagrantes, como la inmigración, la pobreza, etc. sí que protestamos porque nos parece obligatorio, y más en estos días en los que hay tanta cerrazón mental por parte de muchos. P: Yo creo que sí. Aunque dudo que mi opinión sea importante, pero es nuestra profesión. Las viñetas cuentan lo que ocurre a nuestro alrededor. Sus viñetas tienen, a menudo, un profundo toque humano, de compasión por los que sufren. Imagino que la risa es buena conductora de la esperanza… I: Claro, la risa es un bálsamo contra la intolerancia. Lo mejor de nuestro trabajo es el poder denunciar lo injusto de la sociedad. Con un poco de humor, los egoísmos quedan al desnudo y podemos señalarlos, como en el cuento del Rey, de Andersen. P: Sin duda el que ríe ante los problemas tiene esperanza. La risa y la esperanza son hermanas. ¿Y qué pasa con lo invisible, lo trascendente? ¿Se deja dibujar? P: Todo se puede dibujar. Lo trascendente es para cada cual un asunto distinto. Puede ser que crezca una margarita de una grieta del asfalto. I: Sí, siempre se encuentra a alguien que personalice lo invisible: un niño solo es una imagen de tristeza, la alegría siempre es compartida. A veces echo mano del lama para representar la sabiduría, o del genio de la lámpara para la ilusión. ¿Y en su vida, pinta algo Dios? I: Hemos sido educados en una familia que nos ha mostrado los valores del Cristianismo. Por supuesto, somos críticos con algunos aspectos, y yo no soy creyente, pero hay una filosofía de amor al necesitado que, pienso, me sigue acompañando. P: Y nos gusta mucho dibujarlo en las viñetas. Con la barba blanca y su triángulo en la cabeza mirando con escepticismo a la Tierra. Aún no se nos ha quejado. Seguro que tiene un gran sentido del humor.