Son los religiosos de vida contemplativa. La Iglesia quiere reconocer la vocación de estos hombres y mujeres, cuyo quehacer es orar por la Iglesia y todos sus miembros. El lema de este año es: “Evangelizamos orando”. Nuestras hermanas contemplativas de los diez y ocho Monasterios de Málaga, nos evangelizan siendo centinelas de la oración. Nos evangelizan con su oración de alabanza al Dios de la creación y fuente de la vida; con su oración de petición por las necesidades de una Iglesia que tiene que vivir a la intemperie de un mundo cada vez más secular y menos religioso; con su oración de agradecimiento por tanto bien recibido de Dios. Ellas están en el mundo, pero no son del mundo. “Esto implica ser fermento de Dios en medio de la humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas que alienten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino” (Francisco Papa).