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«Pretendemos servir al Señor de una manera más íntima»

Publicado: 15/12/2011: 5324

El 18 de diciembre, tres jóvenes seminaritas recibieron los ministerios de lector y acólito. El obispo, Jesús Catalá, confirió el ministerio de lector a José Miguel Antequera, seminarista de tercer curso y natural de Nerja. También confirió el ministerio de acólito a Francisco José Martínez y Juan Carlos Millán, seminaristas de cuarto curso, de la Parroquia Stma. Trinidad de Málaga.

La colación de lector y acólito a tres jóvenes seminaristas fue este domingo, a las 16 h. en la Capilla del Buen Pastor del Seminario. Participaron en la celebración eucarística todos los seminaristas menores y sus padres, ya que el Seminario Menor celebra su convivencia mensual ese fin de semana.

SENTIDO DE ESTOS MINISTERIOS

Pablo VI reformó en 1972 estos ministerios mediante una Carta Apostólica en forma de Motu Proprio. En ella, explica que el lector queda instituido para la función de leer la palabra de Dios en la asamblea litúrgica. Entre sus misiones está proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura en la eucaristía y en las demás celebraciones sagradas, así como actuar de salmista, director del canto y participación de los fieles. La carta apostólica recomienda que, para realizar mejor y más perfectamente estas funciones, «medite con asiduidad la Sagrada Escritura, y procure con todo empeño y ponga los medios aptos para conseguir cada día más plenamente el suave y vivo amor, así como el conocimiento de la Sagrada Escritura, para llegar a ser más perfecto discípulo del Señor».
 

El acólito, por su parte, debe ayudar al diácono y prestar su servicio al sacerdote. Es propio de él cuidar el servicio del altar, asistir al diácono y al sacerdote en las funciones litúrgicas, principalmente en la celebración de la Misa; además, distribuir, como miembro extraordinario, la sagrada somunión y, en circunstancias especiales, exponer públicamente a la adoración de los fieles el sacramento de la  eucaristía y hacer después la reserva. Todas estas funciones las ejercerá más dignamente «participando con piedad cada día más ardiente en la eucaristía, alimentándose de ella y adquiriendo un más profundo conocimiento de la misma». Como preparación a este significativo acontecimiento y a la próxima Navidad, D. Jesús dirigió un retiro espiritual de sdviento del seminario. Las meditaciones estuvieron centradas en el encuentro personal con Jesucristo y la búsqueda de la verdad.

EN SUS PROPIAS PALABRAS

Para Francisco González, como rector del seminario, «cada celebración en la que seminaristas son instituidos como lectores y acólitos, y mucho más cuando reciben el diaconado y el presbiterado, supone una gran alegría, ya que son pasos adelante en el camino hacia el sacerdocio o la culminación de muchos años de preparación. Es una gracia para ellos y para todo el seminario».

Miguel Antequera, que recibe el ministerio de lector, afirma que para él, este paso es «un servicio que la Iglesia me confía, una gran alegria de poder anunciar la palabra a un mundo sediento de ella».

Francisco José Martínez y Juan Carlos Millán, por su parte, viven su acolitado como «una gracia de Dios que nos confía la Iglesia, servir al Señor de una manera más intima, en el servicio del altar. Nos anima a seguir adelante».

 

Autor: Ana María Medina

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