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Marcar la cruz en la declaración de la renta, un compromiso de todos

Publicado: 17/04/2007: 454

•   Este año los contribuyentes todavía aportarán el 0,52% de su IRPF

El último acuerdo al que han llegado Iglesia y Estado, con vigencia desde el 1 de enero de 2007, destinará al sostenimiento de la Iglesia Católica el 0,7 por ciento de la cuota íntegra del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, IRPF, correspondiente a los contribuyentes que manifiesten su voluntad en tal sentido.

La aplicación de la ley del 0,7 por ciento no llegará hasta 2008.

Por este motivo, en la Declaración de la Renta que realicemos este año, aportaremos el 0,52 por ciento del IRPF. Los cristianos debemos implicarnos.

No podemos hacer “oídos sordos” y dejar de colaborar con algo que nos pertenece y a la que pertenecemos: nuestra Iglesia.

En este sentido, tenemos que hacer un esfuerzo por aparecer entre aquellos que marcan la cruz de la renta en favor de la Iglesia. Esa “x”, que es parte importante del sustento que necesita para mantenerse. Y es que la autofinanciación de la Iglesia debe realizarse a partir de la aportación de cada uno de nosotros, del compromiso que adquirimos al recibir la fe y el bautismo en ella y de ella.

¿Se ha preguntado alguna vez cómo paga su parroquia cada mes el recibo de la luz, del agua, o el de limpieza, entre otros gastos a los que cualquier hogar tiene que hacer frente? Sí, ha leído bien. “Hogar”. Una palabra llena de significado y que bien puede servir para describir lo que la Iglesia es para cualquier católico: su hogar, su casa, su punto de encuentro con los hermanos y Padre.

Es necesario que tomemos conciencia de la importancia que tiene la aportación de cada persona a la Iglesia a través de la Declaración de la Renta. Pues, aunque nos pueda parecer pequeña, no debemos olvidar ese dicho que dice “grano a grano se construye la montaña”. Los datos proporcionados por la Agencia Tributaria dejan ver que, aproximadamente, un 33 por ciento de contribuyentes malagueños marcaron la cruz para la Iglesia en el Ejercicio anterior, y esto supuso el 10 por ciento del total de ingresos que tuvo la Diócesis de Málaga. Estos ingresos no cubren, ni mucho menos, la totalidad de las actividades realizadas, porque “aún son muchos los ciudadanos que no ponen la cruz para la Iglesia y eso debe mejorarse, dejando claro que se marque o no la cruz en la casilla de la Iglesia, el declarante va a pagar lo mismo”, afirma Luis López de Sebastián, ecónomo de nuestra diócesis. Además, la realización de la Declaración es totalmente gratuita y hacer el borrador no nos obliga a realizar la Declaración si, en último caso, no quedamos satisfechos con los resultados que aparecen.

La campaña que este año propone la Conferencia Episcopal se dirige en especial a todos aquellos que no están obligados a realizar la Declaración porque sus ingresos anuales no superan los 22.000 euros, pueden colaborar con su Iglesia no sólo mediante el fortalecimiento y la transmisión de su fe dentro y fuera de los templos, sino también con su ayuda material, rellenando su hoja de Declaración. Como dice el ecónomo de la diócesis, “la campaña va dirigida también a todas las personas que ven con buenos ojos lo que la Iglesia hace. En primer lugar a los católicos. Porque somos nosotros los que tenemos una mayor obligación de constribuir al sostenimiento de la Iglesia”. Y en segundo lugar, manifiesta López de Sebastián, “a todos aquellos, –cristianos o no– que son testigos de la multitud de tareas que los católicos acometen, promueven y realizan en la sociedad y para ella”.

Concluye que “no es necesario ser creyente para solidarizarse económicamente con los proyectos que lleva a cabo la Iglesia”.

Muchos son los proyectos en los que la diócesis está comprometida a todos los niveles. Luis López de Sebastián los resume en los siguientes: acciones pastorales y asistenciales, retribución del clero y de otro personal, conservación y gastos de funcionamiento de los edificios, nuevas construcciones y rehabilitación de las antiguas. Todo ello suma cada año una cifra de gastos aproximada a los 31 millones de euros.

Desde este año, la Iglesia no está exenta del pago del IVA por la compra de bienes y son muchos los gastos y obras sociales que realiza. Precisamente porque nos encontramos en un Estado aconfesional, los católicos tenemos que hacer frente más que nunca al sostenimiento de la Iglesia. Porque como si se tratara de una madre, Iglesia no hay más que una.

Autor: Revista Diócesis

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