Con motivo de este gran encuentro, que los organizadores pretenden que sirva “como estímulo significativo para la acción pastoral” de la Iglesia malagueña a favor de los más pobres, hemos querido aclarar algunas ideas fundamentales en torno a esta institución, con la ayuda de su delegado diocesano, el sacerdote Gabriel Leal.

Aunque asegura que la mayoría de los cristianos practicantes conoce bastante bien qué es Cáritas, Leal reconoce que hay algunos que no son conscientes de su carácter oficial dentro de la propia Iglesia. La mejor explicación la dan los Estatutos: “Cáritas es el Organismo oficial de la Iglesia Católica instituido para promover la caridad entre los cristianos y expresar la solicitud de la Iglesia por los necesitados, mediante la acción socio-caritativa y la comunión cristiana de bienes, a fin de que se favorezca la fraternidad entre las personas y se muestre la Caridad de Cristo”.

Casi el cien por cien de los malagueños conocen el nombre de Cáritas, pues durante décadas ha sido (y seguirá siendo) la institución caritativa con mayor penetración en la población española.

Ninguna otra organización puede presumir de contar con una “sucursal” en cada barrio, en cada localidad por pequeña que sea, como tiene Cáritas en cada parroquia.

Sin embargo, es precisamente esta diversidad la que provoca que existan tantas visiones particulares de la misma.Y esto provoca que, a veces, sea complicado, hasta para los propios creyentes practicantes, definir qué es Cáritas.

“Cáritas –señala Gabriel Leal– es un organismo pastoral, para hacer visible y animar la preocupación de la comunidad cristiana por los necesitados. Su función principal es contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia, por un lado, ayudando a los cristianos a comprender que no se puede vivir la fe sin tener caridad y que ésta nos lleva a preocuparnos, sobre todo, por los que más lo necesitan. Pero como la Iglesia es una comunidad, ese compromiso con los empobrecidos hemos de vivirlo de manera personal y comunitaria. Por eso, Caritas tiene que facilitar a la comunidad y a cada uno de sus miembros cauces que le permitan vivir su compromiso cristiano en el campo de la Caridad. Por otro lado, Cáritas debe acoger de tal manera a las personas que necesitan ayuda, que puedan percibir que los queremos como les quiere el Señor y por eso compartimos con ellos lo que tenemos, les apoyamos para que puedan resolver sus necesidades y les abrimos las puertas de la comunidad cristiana, si así lo desean”.

“Actuando de esa manera –continúa– contribuimos a crear una sociedad donde crezcan las actitudes y comportamientos fraternos, en la que los pobres no sólo no sean excluidos sino que tengan su propia palabra y sean protagonistas de su destino”.

“No obstante –aclara– como algunos piensan que Cáritas es solamente una ONG, que tiene algo que ver con la Iglesia, y que se dedica a recoger cosas para los pobres, les diría que Cáritas se parece a una ONG en que no tiene ánimo de lucro, es independiente de las administraciones públicas y está formada fundamentalmente por voluntarios. Pero, al mismo tiempo, los grupos de Cáritas están insertos en las parroquias, actúan en su nombre y ayudan a todos los necesitados que pueden, sin discriminar a nadie por raza, religión o ideología”.

“Otro de los conceptos erróneros más frecuentes en algunos ambientes cristianos –apunta el delegado–, es pensar que Cáritas es una organización más entre otras, no siendo conscientes de su carácter oficial en la Iglesia, y también reduciendo su acción al mero asistencialismo y facilitando a los cristianos que deleguen su compromiso con los pobres a cambio de una contribución económica más o menos generosa.

Por último, Gabriel Leal señala que hay que distinguir entre las Cáritas parroquiales y las Comisiones arciprestales, de "lo que habitualmente se llama Cáritas Diocesana (la sede de C/ Fresca). Ésta no es más que los servicios generales de Cáritas, cuya razón de ser es apoyar lo verdaderamente importante: las Cáritas de base y el trabajo que estas realizan.

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