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Manos Unidas recaudó el año pasado un millón de euros

Publicado: 05/02/2007: 273

•   Pretende conseguir la escolarización de 130 millones de niños

Reduciendo cada año el uno por ciento de los gastos de defensa, se puede escolarizar a todos los niños del mundo.

¿Lo creen? Pues es cierto. La reducción de sólo el uno por ciento del importe total que supone la carrera armamentística permitiría que fueran escolarizados los 130 millones de niños que aún no lo están. Este dato, y la generosidad de Málaga y Melilla que el año pasado aportó a la campaña de Manos Unidas más de un millón de euros, lleva a Marisa Alonso Méndez, presidenta delegada de Manos Unidas para la diócesis malacitana, a ver el futuro con esperanza.

Una actitud que le lleva a lanzar la campaña de este año confiada en la respuesta de los malagueños y melillenses. La campaña, con carácter general para toda España, pretende conseguir para el 2015 la enseñanza primaria para todos los niños.

Fue en un pueblo de mar, a cien kilómetros de Oviedo, concretamente en Luarca, donde nació Marisa Alonso Méndez. Es la actual presidenta delegada de Manos Unidas para la diócesis de Málaga y coordina a más de medio centenar de voluntarios. Lleva en Manos Unidas cuatro años y se montó en el carro de esta tarea altruista gracias a la recomendación de su hijo. Una tarea que lleva desar rollando la organización no gubernamental católica y de voluntarios desde el año 1960. Año en el que impulsaron una campaña contra el hambre un grupo que mujeres de Acci ón Católica. Más adelante, esta iniciativa tomó el nombre de Manos Unidas y se erigió como una ONG para el desarrollo del tercer mundo. Corría el año 1978.

Con toda esta historia a las espaldas e ilusión renovada y confirmada por los datos positivos, Manos Unidas de Málaga y Melilla, con la coordinación diocesana de Marisa Alonso, pretende lograr, junto al resto de las diócesis españolas y otras ONG´s, que en el año 2015 todos los niños del mundo estén escolarizados. En este empeño no está sola, muchos voluntarios aúnan esfuerzos.

Voluntarios con nombre propio, como es el caso de Inmaculada Lorenzo Urbano, que es madre de tres hijos y que vive en Marbella. Voluntaria desde hace seis años, entendió por aquel entonces que debía ser algo más que un socio, hacer algo más con el tiempo libre, porque, como afirma: “me conmovían las imágenes que aparecían en revistas y televisión”.

Por eso ha decidido actuar, comprobar y supervisar con sus propios ojos cómo se concretan los proyectos de desarrollo. Le ha tocado viajar a Sudán y afirma que quiere “ponerle voz y ojos para que la gente, con lo que cuente, se conmuevan más al ver la situación que hay en esos países; que hay otro mundo diferente al nuestro”. Af irma contundentemente que “un simple euro hace mucho”. En su visita a Sudán, ante tanta pobreza como ha encontrado en l os campos de desplazados, afirma que le ha impac tado “el agradecimiento constante, la sonr isa, la dignidad. Te dan una mano firme”. Y también le ha llamado mucho la atención “el sentido de la familia”.

“Pobre no es el que no tiene televisión. Pobre es el que no tiene familia, el que está solo”. Confirma, en su contacto en Sudán con los salesianos, que todo está muy bien hecho; y afirma sin dudar que “es difícil que el dinero no llegue; se invierte muy bien”.

Autor: Revista Diócesis

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