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Religiosas de la Asunción: su fundadora a los altares

Publicado: 02/01/2007: 388

•   El Vaticano da luz verde a la canonización de la Madre Mª Eugenia

El Santo Padre, Benedicto XVI, promulgará, a mediados de febrero, el decreto de canonización de María Eugenia Milleret, fundadora de las Religiosas de la Asunción.

Esta congregación, con amplia presencia en Málaga, dió los primeros pasos de su andadura en España a través de nuestra diócesis y constituye en la actualidad uno de los muchos carismas religiosos con los que se enriquece nuestra Iglesia.

La noticia de la pronta canonización de la Madre María Eugenia ha llenado de alegría a la congregación, a la vez que ha evocado en ella una fervorosa acción de gracias. Esta noticia, recibida hace escasos días, nos invita a profundizar en la figura de esta sierva de Dios, en su misión apostólica y en el legado del que todavía hoy se benefician miles de familias malagueñas.

La noticia, esperada desde hace algo más de un año, llega a Málaga en estos días: la Madre María Eugenia será canonizada, será reconocida como santa.El milagro aceptado por la Iglesia ha sido protagonizado por una niña filipina, tomada en adopción, que, a pesar de sufrir una grave lesión cerebral, ha conseguido llevar una vida normal ante la sorpresa de los médicos que la atienden. Sus padres y las religiosas encomendaron a la Madre María Eugenia la sanación de la pequeña desde el primer momento y esta confianza en el Señor ha dado sus frutos.

La Asunción está presente en Málaga a través de tres comunidades: la del colegio, situado en el barrio de Pedregalejo; la de El Palo, al servicio del centro educativo antes mencionado, de la parroquia y del barrio; y una tercera en la Urbanización de “El Olivar”, cerca de Torremolinos, que acoge a las hermanas mayores, y donde éstas siguen evangelizando con la oración y el testimonio.

Cristina González Carrasco, quien ha sido superiora general durante doce años, nos acerca el carisma de la congregación, con la ayuda de las religiosas que conforman las comunidades de El Palo y Pedregalejo. «Nuestra fundadora respondió a la llamada de Dios en su vida fundando, en 1839, una congregación apostólica que uniera la acción a una actitud profundamente contemplativa. Junto con otras tres jóvenes, concibió un proyecto de vida centrado en la educación y enraizado en la oración. Para ella, las mujeres que se entregaran a la misión de educar necesitaban, más si cabe, una fuerte vida de adoración».

La comunidad de Málaga fue la primera de la Asunción en España y fue fundada por la misma María Eugenia, ayudada por la familia Loring. Con una espiritualidad centrada en Jesucristo, el Verbo hecho carne para devolver la dignidad al ser humano, las religiosas de la Asunción consideran única a cada persona, y plantean la educación como el método para que cada uno sea plenamente lo que Dios quiere que sea, realizando así su misión en la sociedad en la que vive. La pedagogía educativa de la Asunción está, por tanto, vinculada a la visión del hombre y del mundo creados a imagen de Dios.

Las religiosas herederas del carisma de María Eugenia viven esta tarea de forma comunitaria. Tanto la misión como la contemplación se viven en profunda fraternidad. «En esta unidad entre nosotras y con Cristo, María, la madre del Señor, juega un papel decisivo», dicen las religiosas. «Asimismo, nuestra fundadora nos dejó un gran amor a la Iglesia. Sentir con ella ha sido siempre luz y fuerza para la congregación».

Autor: Revista Diócesis

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