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Nació en un pesebre porque no encontraron sitio en la posada

Publicado: 18/12/2006: 526

•   El Hogar “Pozo Dulce”, un portal de Belén en la ciudad de Málaga

Desde la Navidad de 2001, Málaga cuenta con su propio portal de Belén, un lugar para los hombres y mujeres que viven en la calle, personas que reviven cada invierno el drama de no tener sitio en ninguna posada.

Se trata del Hogar “Pozo Dulce” y sus habitantes son “sin techo”, igual que lo fueron, hace más de dos mil años, San José y su esposa, la Virgen María, a punto de dar a luz a la Luz del Mundo. Hace cinco años, los malagueños construimos este hogar para las personas sin hogar. Fue un gesto nacido del Gran Jubileo del 2000, que sigue funcionando gracias a Cáritas y a las Hijas de la Caridad. Desde este particular “portal de belén”, se sigue trabajando por la dignidad de aquellos a quienes la sociedad no quiere ver.

La Navidad en “Pozo Dulce” es, como no podía ser de otra manera, un acontecimiento especial.

El 28 de diciembre de 2001 se inauguró el Hogar Pozo Dulce. No era flor de una Navidad, sino el fruto de muchos esfuerzos aunados bajo una de las bases del Evangelio: devolver la dignidad al caído. Sor Concepción, directora del centro, nos cuenta en breves pinceladas cómo fueron los comienzos de esta andadura: «El proyecto, diseñado por Cáritas Diocesana de Málaga, surgió tras una larga preparación: diez meses de formación a base de cursillos y reuniones de trabajo, reflexión, gestiones, adecuación del edificio, convocatoria del voluntariado, preparación de la comunidad de Hijas de la Caridad en un apostolado desconocido... Todo esto, junto a la respuesta generosa de los malagueños, hizo posible la puesta a punto de la apertura del Centro.»

El primer día, llamaron a las puertas del Hogar las primeras cinco personas. La Casa Abierta Betania, primera fase del proyecto, abrió sus puertas para acogerlos. En el día de Año Nuevo, ya éramos nueve; y en enero de 2002, 19 residentes recibían su regalo de Reyes en este particular portal de belén.

Durante los seis primeros meses se pusieron en marcha nuevos programas que abarcaban una respuesta más amplia: el programa “Centro Belén de Emergencia Familiar”, la segunda fase del proyecto, “Hogar Nazaret”... Y junto a los servicios ofrecidos, también ha crecido el número de trabajadores y voluntarios.

«En los primeros cinco años de vida, han pasado por la casa 190 personas, de las cuales, 36 siguen residiendo allí en la actualidad.» El día a día en calle Pozos Dulces, nº 12, es un ejemplo. «El trabajador de planta, la educadora y las hermanas acompañan a los acogidos, desde que se levantan, en cualquiera de sus necesidades básicas. El trabajador de cocina prepara el desayuno, al que concurren todos, para coger fuerzas y emprender el día. Todos, directora, trabajadora social, educadora, Hermanas y voluntarios de turno nos damos cita en ese espacio, para darnos los buenos días e interesarnos todos por todos, para recordar lo que hay en proyecto, como citas médicas, salidas, tareas, fiestas… Siempre la comida es punto de “encuentro” importante, así como las actividades de grupo: talleres, asamblea, terapias, celebraciones... sobre todo, la Eucaristía del domingo en el Centro. Durante la mañana y la tarde, se ofrece la atención psicosocial, por la psicóloga, trabajadora social, educadora y la dirección» nos cuenta Sor Concepción. Cuando una persona acogida logra la reinserción social y laboral, todos lo celebran, pero lo más importante es mejorar la calidad de vida y la recuperación de la autoestima de personas que antes no contaban para la sociedad.

Residentes y trabajadores han visto apoyada su labor por la Iglesia y por los malagueños, especialmente por Cáritas, con su aliento constante y coordinación; por el Sr. Obispo, que visita frecuentemente el centro; por los que hicieron posible la adecuación del edificio; por los voluntarios, sin los que todo sería imposible, y por tantas personas que se acercan cada día para conocer esta realidad.

Todos están invitados a la Eucaristía que presidirá Don Antonio Dorado con motivo del 5º aniversario, el próximo 28 de diciembre a las 19 horas.

Después de estos cinco años, el proyecto continúa y cada Navidad, además de celebrar la venida del Niño Jesús, los responsables y acogidos del Hogar Pozo Dulce tienen mucho por lo que dar gracias. Por eso, durante el Adviento, preparan la Navidad con diversos talleres; instalan el Belén, que visitan cientos de malagueños y las pancartas y carteles para anunciarlo. El 5 de diciembre, día de su inauguración, cantan villancicos. Luego vienen la Noche-buena, el Año Nuevo y el día de Reyes. Estos días tan significativos les unen especialmente, y se ayudan unos a otros cuando asoma la melancolía. «La verdad es que recibimos muchas atenciones y, en esto, es Navidad todos los días del año. ¡Como tiene que ser!».

Autor: Revista Diócesis

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