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Propuesta de represión contra las religiones

Publicado: 11/12/2006: 166

•   Algunas reflexiones sobre el reciente manifiesto publicado por el PSOE

El manifiesto del PSOE titulado “Constitución, laicidad y Educación para la Ciudadanía”, que tiene el apoyo del secretario de organización, D. José Blanco, merece algunas reflexiones de urgencia.

La primera, que sabíamos que había miembros de este partido que pretendían borrar de la vida pública toda huella religiosa; y ahora nos hemos enterado de que dicha actitud pertenece a los principios fundamentales del PSOE.

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La segunda, que la Constitución Española propugna un estado noconfesional; es decir, neutral ante las convicciones religiosas de los ciudadanos, pero no beligerante en contra ni a favor de ninguna expresión pública de las diversas religiones, siempre que éstas respeten los derechos humanos, que son el aval ético de nuestra Constitución.

La tercera, que el laicismo, bajo capa de defensa de derechos humanos, pretende reprimirlos, pues intenta impedir que esa mayoría absoluta de padres tanto católicos, como musulmanes, judíos y evangélicos que desean la enseñanza de la religión para sus hijos en la escuela, no puedan gozar de este derecho constitucional.

La cuarta, que las fronteras entre los ciudadanos no las levantamos los creyentes de ninguna religión, pues somos conscientes del pluralismo religioso y lo respetamos, sino que las levantan los que quieren abolir la libertad de confesar y practicar públicamente todo credo religioso. De hecho, durante el siglo XX, los mayores exterminios, como los que tuvieron lugar en los países gobernados por el nazismo y el comunismo, se hicieron en nombre del laicismo y millones de los exterminados lo fueron por ser creyentes.

La quinta, afirmar que las leyes son buenas por contar con el aval de la mayoría, corre el riesgo de justificar el nazismo que contó con una mayoría holgada. Pues lo que hace justa a una ley no es el número de personas que la apoyan, sino su sintonía con los derechos humanos.

La sexta es que la Educación para la Ciudadanía que se rechaza, es la que trata de imponer obligatoriamente a todos los ciudadanos los puntos de vista del partido que está en el poder, sea éste de izquierdas, de derechas o de centro.

Finalmente, afirmar que “la laicidad se configura como un marco idóneo y una garantía de libertad de conciencia, donde tienen cabida todas las personas”, implica eliminar las legítimas convicciones religiosas de los ciudadanos e imponer por la fuerza del Estado lo que es función de la sociedad, atropellando la soberanía de ésta; o lo que es igual, equivale a decir que la muerte es la solución para todos los problemas de la vida.

Autor: Revista Diócesis

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