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Toda una vida de entrega

Publicado: 09/10/2006: 156

•   Un sacerdote y cuatro maestras, un ejemplo de servicio al Evangelio

Este domingo, 15 de octubre, fiesta de Sta. Teresa de Jesús, la Parroquia de la Divina Pastora celebró los 25 años de servicio de su párroco, D. Alfonso Rosales.

Esta celebración parte de la comunidad de feligreses, compuesta por los distintos grupos parroquiales, entre ellos las cofradías y, además, las instituciones presentes en el barrio. Juntos celebrarán la Eucaristía a las 12’30 horas y luego compartirán el almuerzo.

D. Alfonso, que nació en el malagueño barrio de Capuchinos en 1927, fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1953 en la Catedral por el Cardenal Herrera Oria. Su vida de cura le ha llevado a localidades como Vélez, el Morche, Ubrique, Cortes de la Frontera, Churriana y Casarabonela, entre otras. Pero no sólo ha desarrollado su misión en nuestra diócesis, sino que durante cuatro años llevó el Evangelio de Jesucristo a Venezuela, una experiencia que permanecerá por siempre en su memoria. Tras muchos años de servicio en el ámbito rural, D. Alfonso fue trasladado a la capital, y puso una única condición: que la parroquia estuviera dedicada a la Virgen. Así llegó a la Divina Pastora, en su barrio natal, parroquia en la que trabaja desde entonces incansablemente. Catequesis, grupos matrimoniales, cofradías, adoración nocturna, jóvenes y pastoral de la salud son parte de su apostolado. Cómo él, son muchos los curas y seglares que dejan día a día su vida al servicio de Jesucristo, cuya huella permanecerá por siempre en la gente que los ha conocido.

Maestras rurales

También en estos días se cumple medio siglo desde que, animadas por Don Ángel Herrera Oria, las primeras maestras rurales llegaran a las Escuelas Capilla del Albaicín y de la Atalaya. Estrella Molina, Purita Conejo, Araceli Castillo y Rosarito González comenzaron una intensa labor de educación y evangelización que aún hoy produce fruto. Para celebrar estas “bodas de oro”, los habitantes de la zona han organizado un día de fiesta el próximo 22 de octubre, en la Ermita del Albaicín, un edificio precioso, con vistas naturales admirables y con fácil acceso por carretera. “Queremos que esta convivencia sea muy especial, ya que gracias a Dios, el Señor nos tiene todavía en la brecha, desarrollando la misión evangelizadora allá donde nos encontramos”, dice Estrella. La jornada tendrá su centro en la Eucaristía, que será oficiada por el párroco, D. José Sánchez. A continuación, los asistentes compartirán la comida.

Aquellos que deseen acudir, pueden llamar al 952 842 341 o al 665 917 795. Siempre es una buena noticia el ejemplo de personas como éstas, queridas y valoradas por haber llevado a Cristo allí donde más se necesita, aunque de su bondad y buen hacer no hablen la mayoría de los medios de comunicación.

Autor: Revista Diócesis

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