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Sin duda, sin deuda

Publicado: 02/10/2006: 341

•   El objetivo es aliviar la carga que soportan los países más pobres

Las iniciativas para paliar el sufrimiento que experimentan los países más pobres se multiplican en la diócesis. “Sin duda, sin deuda” es el lema de una campaña que pretende mitigar el sufrimiento de la población de las naciones más desfavorecidas.

Como señala Anselmo Ruiz, director de Cáritas Diocesana de Málaga: “La deuda externa que mantienen los países pobres con los países más ricos es una carga insoportable para muchos pueblos en nuestro mundo. No ha dejado de crecer en los últimos años a pesar de las distintas iniciativas de alivio, lo que pone en entredicho la actuación de la comunidad internacional, que no es capaz de encontrar soluciones. Los más perjudicados son siempre los más empobrecidos. Los bienes de la tierra están destinados al disfrute de todos los habitantes del planeta.

Cuando unos pocos acaparamos la mayor parte de esos recursos e impedimos a otros miles de millones el acceso a los mismos, estamos usurpando un derecho.”

En un intento por mejorar la situación de esos países, se ha puesto en marcha la campaña “Sin duda, sin deuda: nuestro compromiso con los objetivos del milenio nos lo exige”, organizada por cinco entidades de la Iglesia Católica o muy vinculadas a la misma (como REDES) y comprometida desde su origen con los más desfavorecidos: Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES, entidad que agrupa a 43 organizaciones de inspiración cristiana. Esta campaña busca medidas concretas para que la deuda externa deje de ser un obstáculo con el fin de que todos los seres humanos tengan posibilidad de cubrir sus necesidades básicas. Entre estas medidas concretas se encuentra la recogida de firmas, en este momento en que el Parlamento español está debatiendo la ley que concretará la postura de nuestro país en esta materia.

Para hacer fomentar esta iniciativa, han elaborado una hoja de firmas dirigida a todos los grupos parlamentarios para la inclusión de algunas propuestas en la Ley de Tratamiento de la Deuda externa; y otra, dirigida al Presidente del Gobierno y representantes españoles ante la Unión Europea y Organismos Financieros internacionales.

Autor: Revista Diócesis

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