El Obispo de Málaga, Monseñor Dorado Soto, ha comenzado su visita por algunas parroquias de la capital. Concretamente a las que pertenecen al Arciprestazgo de los Ángeles, un total de once.

Los barrios de esta zona se formaron en su mayoría por personas que llegaban desde los pueblos en busca de un trabajo a la ciudad.

Según señala el prelado malagueño suele dedicar todo el tiempo que puede a escuchar y dialogar y busca anunciar los aspectos “fundamentales del Evangelio y aquellos que le vienen mejor a cada parroquia”. Así mismo, reconoce que habla con personas que no se confiesan católicas si ellos lo desean o aceptan.

De la Carta pastoral estractamos:

A la profunda alegría de ser cristiano con vosotros, se une el ministerio de sucesor de los Apóstoles, con el mandato de enseñar a todas las gentes, de evangelizar (...) Por ello, dedicaremos una parte de esta visita a cambiar impresiones con los catequistas, con los movimientos apostólicos, con todas las personas que trabajáis en Cáritas y en Pastoral de la Salud, con los profesores, los miembros de la Pastoral Familiar y con los jóvenes. Se trata de conocer y analizar juntos lo que se está haciendo, y de buscar nuevos caminos”. Con estas palabras resume el Sr. Obispo, D. Antonio Dorado, qué es una visita pastoral en la carta que dirige a los feligreses del arciprestazgo de Los Ángeles. Dicha visita comenzó el 27 de febrero y concluirá a finales del mes de abril.

En la siguiente entrevista, el Sr. Obispo, D. Antonio, nos cuenta algunos de los aspectos más importantes de esta visita y de este arciprestazgo, que está formado por once parroquias y cuyos sacerdotes tienen la edad media más alta de toda la diócesis.

Según la agenda prevista para la visita del Sr. Obispo, la parroquia que hoy lo recibe es la de San Francisco Javier.

Ante esta visita, D. Antonio Dorado nos explica algunos aspectos importantes de una visita pastoral.

– ¿Cuál es el objetivo que tiene una visita de estas características?

– Es una manera privilegiada de ejercer el ministerio episcopal, que se resume en evangelizar, santificar y gobernar al Pueblo de Dios. Durante la visita pastoral, procuro anunciar los aspectos fundamentales del Evangelio y aquellos que le vienen mejor a esa comunidad concreta. También ejerzo la misión de santificar mediante la celebración de la Eucaristía, de las confirmaciones y de los diversos encuentros de oración. En lo que se refiere al buen gobierno, me interesa saber cómo trabajan, reanimar las energías de los evangelizadores y compartir sus anhelos y dificultades desde la fe y la esperanza.

– D. Antonio, ¿por qué se hacen estas visitas?

– Podría responder que así está establecido en el Código de Derecho Canónico, pero la razón profunda de que lo establezca el Código y de que se haga la visita pastoral consiste en que la Iglesia es una comunidad de vida y es natural que el Obispo, como “principio y fundamento visible de la unidad en la Iglesia particular” comparta, dentro de lo posible, esa vida con todos los miembros de la misma.

Es una forma de ejercer “la caridad pastoral” y de compartir las alegrías y sufrimientos de cada comunidad.

– ¿A quién visita, sólo a los párrocos, o también a los seglares y a todos los feligreses de la comunidad parroquial?

– El destinatario último es todo el Pueblo de Dios, pero se le recomienda al Obispo prestar una atención especial a los sacerdotes, porque también necesitan una palabra de aliento, y a las personas más pobres, entre ellas a los ancianos y a los enfermos.

– ¿Qué es lo que interesa y capta la atenc ión del Sr. Obispo cuando hace una visita a parroquias concre tas?

– Al Obispo le interesan las personas. Y de hecho suelo dedicar todo el tiempo que puedo a escuchar y a dialogar con el mayor número posible de ellos. También con personas que no se confiesan católicas, si ellos lo desean o lo aceptan. De hecho, visito también colegios, residencias de ancianos y otras asociaciones.

–El arciprestazgo de Los Ángeles es en el que los sacerdotes tienen la edad media más alta de la Diócesis, ¿le preocupa a usted ese asunto?

– Naturalmente que sí, y debe preocuparnos a todos los cristianos el tema de las vocaciones al sacerdocio.

Pero sin caer en la desesperanza ni en la angustia, porque el Señor no nos dejará nunca de su mano.

– Hay otros asuntos que son de mucho interés en nuestra sociedad, por ejemplo la adaptación de los edificios con rampas para personas con problemas de movilidad. ¿Cómo se están adaptando las parroquias de esta zona?

– Constato que nuestras comunidades cristianas, formadas por personas de este tiempo que están dotadas de una sensibilidad especial, realizan grandes esfuerzos por responder a los nuevos retos: facilitar el acceso a las personas con minusvalía, emplear los nuevos lenguajes y buscar una forma nueva de presencia del cristiano en el mundo.