En circunstancias normales, tal día como hoy estaríamos llegando a nuestras casas; físicamente cansados, mentalmente reconfortados y espiritualmente llenos de Rocío.

Hemos celebrado un Pentecostés de otra forma distinta a la que estamos acostumbrados. Un lunes de Pentecostés que quedará para el recuerdo por la ausencia de muchas vivencias, sobre todo esas que solo pasan en los caminos y durante la romería en la estancia en la aldea. Pero igualmente sumará en nuestro calendario, porque es Ella la que ha peregrinado a nosotros a través de nuestro Bendito Simpecado y se ha hecho presente en nuestros hogares a través de los medios de comunicación que hemos tenido a nuestra disposición.

Reconfortados por la venida del Espíritu Santo, empieza la cuenta atrás para el próximo Pentecostés. Comienza la preparación para el próximo camino, que debemos afrontar con ilusión y con fuerzas, ya que se nos avecina un tiempo económicamente difícil. Las familias más vulnerables van a requerir del presupuesto asistencial de las hermandades.

Esta Hermandad del Rocío de Málaga La Caleta al inicio del confinamiento quiso poner su granito de arena e inició la campaña Rocío de Esperanza, la cual está teniendo gran calado entre los hermanos pues son muchos los que están participando.

El importe de lo recaudado se está canalizando a través de Cáritas de nuestra parroquia de Santiago, con la que estamos permanentemente en contacto e intentamos ser partícipes en la atención de las necesidades de la feligresía.

Nos encomendamos a Nuestra Madre del Rocío y le pedimos que interceda por nosotros para que nos dé salud y fuerza para superar cualquier prueba que nos ponga la vida.

Ahora, más que nunca, mantengamos abiertas las puertas de nuestros corazones.