Dicho decreto declara que el proceso diocesano, clausurado el 16 de junio de 2017 en la basílica de la Virgen de la Victoria por parte del obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá Ibáñez, se llevó a cabo según la actual normativa, es decir, según las «Normae servandae» y la Instrucción «Sanctorum Mater».

Los volúmenes de las actas del proceso llegaron a la sede de la Congregación el 13 de julio de 2017 y en su apertura solemne, que tuvo lugar el pasado 20 de febrero, participaron el postulador de la causa, el vicario episcopal de Málaga, Gabriel Leal Salazar, y un grupo de sacerdotes malagueños.

A este importante paso en la causa de beatificación del Dr. Gálvez, le seguirá la petición del nombramiento del Relator que guiará la redacción de la «Positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis», la cual será estudiada por los censores teólogos e históricos del Dicasterio con la finalidad de probar que el Siervo de Dios vivió las virtudes en grado heroico.