Han pasado ya algunas semanas desde que el sábado 30 de junio fuera ordenado sacerdote junto a mis compañeros José Manuel y Gerardo. Y aún así sigo saboreando todo lo que experimentamos ese día. Fue el más bonito de mi vida, estoy seguro. Acompañado de toda la gente que quiero, pude sentir cómo el Señor y la Iglesia confirmaban esa llamada que hace años intuí. Era consciente de que una etapa se cerraba para dejar lugar a otra nueva aún más apasionante…

Parroquia San José de Fuengirola

En este tiempo de verano, continúo mi labor en la parroquia San José de Fuengirola, donde he pasado todo el curso. A la espera de incorporarme a un nuevo destino: el primero. Aquí en Fuengirola estoy disfrutando muchísimo, pues tengo la suerte de que ya conozco a la gente y ellos a mí. Cada día siento el cariño que me dan y que tanto agradezco. Pero no puedo negar que tengo curiosidad por saber qué parroquias me depara el futuro más próximo. En los seis años que pasamos en el Seminario tenemos la oportunidad de imaginar nuestra primera parroquia, rezar por ella, asustarnos e ilusionarnos. Todas esas sensaciones se acumulan estos días con más intensidad. Por eso, a la espera de poner rostro a toda esa gente desconocida por la que estos años he rezado, os pido que recéis por mis compañeros y por mí, para que allá donde estemos podamos anunciar a Jesús con alegría y servir a los demás como buenos pastores.