NoticiaColaboración Multiplica por cero Publicado: 24/04/2015: 18380 A la hora de hacer la declaración de la renta los españoles tenemos cierta capacidad de decisión. Podemos decidir si dejamos todos nuestros impuestos al Estado o bien rescatamos un 0,7% para la Iglesia Católica y otra cantidad indéntica para diferentes entidades con fines sociales. Podemos elegir. Sin que nos cueste un céntimo de más. Si no se señala la equis en la casilla de la Iglesia Católica o Fines Sociales, los impuestos de cada contribuyente se los queda el Estado. Pero si se señala alguna de las dos casillas o las dos a la vez, el 0,7% o el 1,4% de los impuestos se salvan de las carcas del Estado. GRAN NÚMERO DE CONTRIBUYENTES Hay un gran número de contribuyentes, concretamente un 29%, que no marca ninguna casilla. Es posible que este número obedezca a una decisión libre: todos los impuestos al Estado. O directamente haya quien desconozca que poner la equis no tiene coste añadido. Y además echa una mano a labor que las distintas entidades realizan. Es buena opción que se puede tomar si incluso no hubiese obligación de hacer la Declaración de la Renta. Un ejercicio, por cierto, la cierta libertad y responsabilidad que podría ampliarse. ¿Qué pasaría si además de estas dos opciones también se ofreciera la opción de decidir qué hacer con nuestros impuestos en materias tan sensibles como salud, educación, cultura, infraestructuras, investigación o empleo? Estaríamos ante la oportunidad anual de redirigir nuestra economía; al menos parte de ella. Y evitar tener que esperar a que se convoquen elecciones si no gusta qué hacer el Gobierno de turno con nuestro dinero. Por ahora podemos decidir si deseamos que con nuestros impuestos se ayude a los demás y se colabore con la tarea que realiza la comunidad católica en España, comunidad a la que pertenece la inmensa mayoría del pueblo español.En este tiempo de crisis la Iglesia Católica ha dado la talla. Aunque en materia de caridad y acompañamiento espiritual nunca se deba tener techo. Es buena noticia que el porcentaje de declaraciones a favor de la Iglesia Católica se haya vuelto a incrementar ligeramente en el ejercicio pasado. No obstante, el dinero siempre será poco para poder seguir ayudando. No solo material, sino espiritualmente. Por eso la Diócesis y Cáritas piden que se marquen las dos casillas. ¿El último gesto? Lo tiene el contribuyente. Libre para decidir qué se hace con sus impuestos.