Su trayectoria como acuarelista le ha hecho valedor de numerosos premios y reconocimientos, incluso internacionales, como muestra la selección de varias de sus obras por la National Park Academy for the Arts de los Estados Unidos.

–¿Qué reto ha supuesto para usted la realización de este cartel?

–Tras la exposición que hice en el Archivo Municipal sobre temas de Semana Santa de Málaga, desperté el interés de Málaga y de la Agrupación de Cofradías, que me vio como un posible autor del Cartel de la Semana Santa en algún momento. Lo que ocurre es que el momento ha sido antes de lo que yo esperaba. El encargo me llegó en junio y en él se han unido varios retos: tratar un tema nuevo, cumplir unas características determinadas y satisfacer unas expectativas muy concretas. El cartel debía representar a una cofradía concreta pero cubrir más aspectos de la Semana Santa que el simple motivo protagonista. Tras barajar una serie de posibilidades, he llegado al resultado final.

–¿Por qué ese motivo?

–Todo son casualidades. Mi pintura se caracteriza por abordar a menudo el paisaje urbano, y siempre he ido por la calle buscando rincones, también en Semana Santa. Dio la casualidad de que fui a la salida de Lágrimas y Favores y vi la escena. De ahí surgió todo. De hecho el cartel no es una instantánea tomada en el sitio, sino un trabajo de estudio minucioso de las figuras, el fondo de las calles y el momento en el que el trono sale.

–¿Cuánto tiempo le ha llevado?

–Poco más de un mes, aparte del tiempo preparando bocetos. Ha sido laborioso.

–¿Qué matices aporta la acuarela a la expresión de la pasión de Cristo?

–Yo he trabajado también otras técnicas, pero ésta es la mía. La acuarela me permite trabajar con mucho detalle y he podido unir en la misma pintura superficies grandes como las túnicas de las nazarenas o la policromía de la pared, con un trabajo más detallado como es el palio del trono. En óleo a este tamaño no creo que se pudiera hacer algo parecido.

–Todos los medios han destacado el papel de la mujer en su pintura. ¿Por qué la ha elegido como presencia relevante en el cartel?

–Estando allí, contemplando la escena, se me ocurrió. La escena me recordó aquellos tiempos en que la mujer no salía de nazareno. Sin embargo, en la actualidad la Semana Santa de Málaga está más bonita que nunca, y precisamente la mujer tiene un gran protagonismo en ella en todos los aspectos, también en las filas de nazarenos. Ha sido algo paulatino y natural, pero un gran enriquecimiento.

–¿Cómo vive la Semana Santa?

–Me quedo en Málaga. Veo los tronos, alguna salida, algún recorrido, visito los monumentos... No participo en ninguna procesión actualmente, aunque sí lo hacen mis amigos y familiares. En muchas ocasiones tengo que actuar de guía de amigos que vienen de fuera. La vivo intensamente, como todos los malagueños.

–El cartel refleja también que la Semana Santa tiene futuro ¿verdad?

–Efectivamente. La juventud está presente en el cartel porque lo está en la Semana Santa, no sólo desde el punto de vista fiestero, sino también en el religioso y de recogimiento.

–¿Se ha emocionado alguna vez viendo la Semana Santa?

–Sí, muchas veces me vibra algo dentro viendo una escena concreta, un momento inesperado en el que la luz y la sombra me han emocionado, tocando mi vena artística. Me gusta mucho ver Viñeros en la Catedral, por ejemplo.