NoticiaMelilla Terremoto en Málaga y Melilla: «Estamos en manos de Dios» Publicado: 25/01/2016: 14463 Miles de malagueños y melillenses se han despertado sobresaltados esta madrugada a causa del terremoto de 6.3 grados en la escala de Richter que ha tenido lugar en torno a las 5.30 horas. Aunque se ha notado en todo el sur de la Península, Melilla ha sido la ciudad española donde más daños ha causado y donde incluso se han suspendido las clases. El sacerdote Rafael López Cordero, administrador parroquial de la Medalla Milagrosa y vicario parroquial del Sagrado Corazón y la Purísima Concepción de dicha ciudad, ha confirmado que según sus fuentes no hay daños personales: «Ha sido más el susto que otra cosa. El problema ya no es el temblor de las 5.30 horas, sino la cantidad de réplicas que se han producido después. Yo al menos he notado tres y en este momento (7.20 horas cuando se realiza la presente entrevista), estoy notando la cuarta. También nos quedamos sin luz durante casi media hora. Eso hace que la gente esté muy asustada y muchos que habían salido de sus casas no quieran regresar hasta que la situación se normalice». Según este sacerdote, en principio no hay noticias de daños en los templos de la ciudad, aunque «a medida que vaya amaneciendo podremos ir comprobando si ha habido algún tipo de deterioro en los edificios». La Iglesia Católica se pone a disposición de los melillenses en caso de haber cualquier necesidad «a partir de las 9 de la mañana, afirma Cordero, cuando abran las Cáritas parroquiales, nos iremos enterando de si hay necesidad de dar algún tipo de ayuda». Pero la preocupación de este sacerdote va más allá del territorio de Melilla: «si en Melilla ha habido daños leves, no me extrañaría que en algunas de las ciudades cercanas de Marruecos, los daños fueran graves, por la calidad de las construcciones de aquel país. Y normalmente esa información no llega con facilidad». Como reflexión, Rafael afirma que este tipo de acontecimientos, «más que nada nos hacen darnos cuenta de nuestra pequeñez y de la necesidad que tenemos unos de otros. Porque enseguida acudimos a lo importante ¿por quién te preocupas? ¿Qué es importante para ti y qué no?. Si tuviera necesidad, ¿a quién podría acudir? Estamos en manos de Dios. El Señor sabrá».