Y al igual que las personas que lo utilizaban como punto de encuentro, este negocio que, ya va por la tercera generación, ha vivido muchas historias, unas tristes y otras alegres, porque como explica Campos, «la mayoría de las personas que vienen son pacientes oncológicos, por ello, cuidamos tanto el trato humano. Son momentos muy delicados y todo el mundo viene diciendo: “quiero una peluca con aspecto de pelo natural, parecido al mío para que no se me note”.  Para ello, el personal que tenemos está muy preparado, y siempre les dice: “piensa que esto no es para siempre, es momentáneo, hasta que te pongas bien, y como te vas a poner bien, después te pones como tú quieras”. Y ahí, es cuando empiezan las pruebas, hasta que la persona se encuentra cómoda con una peluca».

Ese trato humano es lo que les ha permitido mantener tres centros abiertos, aunque ya  no veamos su cartel en la Equitativa. Ahora «tenemos en Martínez Campos el centro oncológico, en Muelle Heredia la tienda de productos y aparatos de peluquería y la última en el Polígono Alameda».

Miguel Ángel Campos, Hermano Mayor la cofradía de Viñeros entre  2010 y 2014, recuerda que, «me enseñó a rezar mi abuela materna, Encarnación y mi madre, siempre rezábamos antes de acostarnos». Y reconoce que, recurre a la oración «en muchos momentos,  sobre todo como es habitual, en los malos momentos y pidiendo por los demás. Esos ratos de oración me aportan relajación, tranquilidad, desahogo, seguridad». Para Campos, «cualquier momento es bueno para hablar con Dios, le pido, le rezo, lo busco...... No soy de recomendar, pero sí hablo mucho de mi relación con Él. Incluso con amigos que no son creyentes, les hablo de de mi Hermandad de Viñeros y me respetan mucho, incluso alguna vez, me han pedido que rezara a mi Nazareno de Viñeros por su familiares enfermos y eso me llena».

«Soy mucho de rezar a mi manera, muy intima. Me gustan las oraciones sencillas, de toda la vida. Este año, debido a la situación sanitaria que estamos viviendo, no pudimos celebrar el Triduo en honor a Nuestro Titular. Por ello, nuestro director espiritual, el sacerdote Felipe Reina Hurtado, nos animó a rezar durante esos días, junto a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Viñeros, una oración del Papa a la Virgen del Divino Amor, del Santuario de Castel di Leva para pedirle "protección" ante la emergencia del Coronavirus».

Oh María, 

Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe. 

Tú, Salvación del Pueblo Romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba. 

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén. 

Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!