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Raúl Berzosa: «Me llena ver que muchos conecten con Dios a través de mi obra»

Publicado: 13/01/2017: 18272

El pintor Raúl Berzosa (Málaga, 1979) es el autor del cartel de la Semana Santa de Málaga, recién presentado. Sus obras son valoradas en todo el mundo, como demuestra el que, tras pintar a Benedicto XVI, su retrato de Francisco ha ilustrado el sello conmemorativo del 80 cumpleaños del Pontífice.

La Semana Santa de Málaga ya tiene carte lde su autoría. ¿Qué ha querido plasmar en él?
Mi idea es transmitir que sea una obra religiosa, es decir, no quedarme en la representación de una imagen, sino darle mayor hincapié a su significado. Intento, dentro de lo posible resumir la Semana Santa de Málaga teniendo en cuenta que son muchas las cofradías las que participan y como suelo hacer en mis carteles hay un motivo principal sobre el que gira la pintura.

¿Por qué ha elegido el motivo del mismo, el Cristo de la Humildad?
Los elementos que he utilizado en la pintura tienen todos importancia para el significado del conjunto, no son superfluos, aparecen porque son necesarios para poder vertebrar el significado de la obra. La idea para realizar el cartel de Málaga la tenía clara desde primera hora, sabía que tenían que aparecer estos elementos.

¿Es una meta alcanzada ser pintor de la Semana Santa de Málaga?
Nunca me he tomado el cartel de la Semana Santa de Málaga como una meta, siempre lo he visto como un regalo que un artista se encuentra en su camino, en este sentido he de agradecer al presidente de la Agrupación de Cofradías Pablo Atencia que haya confiado en mí para este  importante encargo. Como cofrade y malagueño es un honor poder representar la Semana Santa de Málaga.

¿Cómo ha evolucionado el cartel de la Semana Santa de Málaga en estos últimos años? ¿Cuáles recuerda de modo especial?
Revisando los carteles de los últimos años lo más destacable es su variedad de estilos: realismo, naíf, hiperrealismo, pop… Pero también de técnicas: óleo, acuarela, acrílico. Esto enriquece mucho el patrimonio de la Agrupación de Cofradías, además de hablar muy bien de Málaga, la diversidad de la ciudad seguro que queda reflejada en la variedad de carteles. Pero en general y salva raras excepciones triunfa lo realista, da igual el estilo que sea, yo también he optado por un estilo realista, que es el que caracteriza mi obra.

La pintura sacra sobresale en toda su obra, y hay ejemplos de ello repartidos por todo el mundo (Estados Unidos, Guatemala, Roma...) ¿Qué significa para usted dar forma plástica a lo religioso?
Poder dedicarme al Arte Sacro, a la pintura religiosa es todo un honor y una suerte; es lo que me gusta y creo que eso se transmite en mis obras. Veo la pintura religiosa como una herramienta más de la Iglesia para poder evangelizar, catequizar… pocas cosas me llenan tanto como poder ver que, a través de obras salidas de mis manos, muchos conectan con Dios. Además, querría señalar que para dedicarse a una temática tan específica como es la sacra hay que tener fe.

¿Le cuesta más pintar a Cristo o su Madre?
He de decirle que el rostro de Jesús lo tengo muy marcado desde hace años, ha habido una continuidad dentro de la evolución de mi propia obra; sin embargo, acerca de la Virgen María sí que he tenido distintos modelos que se han ido ajustando a las distintas temáticas que representaba.

¿Reza cuando pinta? ¿Antes, durante, después?
Yo rezo todos los días, también todos los días doy también gracias a Dios. En algunas ocasiones, pintando y oyendo música, como se suele decir, siento que “el alma se eleva”. Además, en la habitación junto a la que pinto tengo una fotografía de la Sábana Santa de Turín y a lo largo del día me acerco a contemplarla.

¿Deleitar o llevar a lo trascendente? ¿Qué le mueve?
Creo que ambas ideas pueden ir cogidas de la mano, para mí es importante mostrar la belleza que, como dijo Benedicto XVI, es camino hacía Dios; en un mundo donde la fealdad es cada vez más palpable hay que luchar con su antítesis; pero la belleza como medio, es decir, no perdernos en lo superfluo, lo bello no debería de ser un fin en sí mismo sino un camino.

Ante una formación religiosa menos generalizada ¿puede la belleza ser otra vez el modo de acercar a la gente a Dios?
Por supuesto, estamos rodeados por lo negativo, lo grotesco, lo feo; hay que ir hacía la belleza, pero la belleza que se nos presenta principalmente en nuestra sociedad es superficial; yo hablo de una belleza trascendente como la que podemos ver en la propia naturaleza, en el universo cuando vemos una foto del espacio, el arte podemos decir que es una de las herramientas del ser humano para crear belleza, este tipo de belleza es la que nos lleva a Dios.

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Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

_AnaMedina_
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