Noticia Oración, ayuno y misericordia Publicado: 22/03/2015: 15903 La Cuaresma es un tiempo precioso para que la mente y el corazón puedan dedicarse totalmente a Dios, a la escucha de su Palabra, a orar. La Cuaresma es un tiempo precioso para que la mente y el corazón puedan dedicarse totalmente a Dios, a la escucha de su Palabra, a orar. La oración alcanza su culmen y se convierte en fuente de luz interior cuando el espíritu del ser humano se adhiere al de Dios, y sus voluntades se funden formando una sola cosa. Todo un proceso bello de experiencia de Dios. Juntamente con el ayuno y las obras de misericordia, la oración forma la estructura fundamental de nuestra vida espiritual para el tiempo cuaresmal. Son prácticas muy sanas. Conviene recuperarlas en estos tiempos recios. Es necesario encontrar en la Cuaresma momentos prolongados de silencio y oración. Es importante comprender la dimensión mística y ascética del ayuno, y llevarlo a la práctica. Es recomendable a nivel espiritual concretar en obras de misericordia nuestras buenas intenciones. En esta escucha más intensa de Dios a través de su Palabra y de la lectura creyente de la realidad, en la práctica del ayuno y en las obras de misericordia, es necesario dejarse guiar por Santa María de la Victoria, patrona de la Diócesis de Málaga. Ella es maestra y modelo de creyente. Ella, en la densa oscuridad de la pasión de su hijo, no perdió la luz interior.