Don Jacobo y su niño mimado Publicado: 27/05/2010: 685 En este año sacerdotal, cuyo fin se acerca, es justo que recordemos a D. Jacobo y a tantos otros sacerdotes que, con sus peculiaridades cada uno, quisieron mucho a Dios y quisieron mucho a los pobres. JOSÉ CARRETERO. Los mendigos, los borrachos y los tontos se acercan donde encuentran cariño. La verdad es que en muy pocos sitios encuentran ese cariño que necesitan. En todas las partes se les rechaza porque “afean el paisaje “. Es justo reconocer que a las iglesias sí se acercan los mendigos los borrachos y los tontos. ¡Por algo será! D. Jacobo sí tenía muchos mendigos en su puerta. Los borrachos en la calle se le acercaban y lo abrazaban , me decía una vecina del Bulto. D. Jacobo sí tenía también un amigo deficiente conocido en todo el barrio porque siempre iba con él. Ese amigo “tonto “ de D. Jacobo se llamaba Ginés Ginés era su niño mimado ,su cómplice, su ·guardaespalda. Ginés era también su Cristo. En Ginés veía D Jacobo la imagen del Señor. Ginés y todos los otros Gines del barrio eran el motivo de su trabajo. D. Jacobo, incluso en las reuniones más serias, presentaba a Ginés, unas veces como su secretario, otras como su administrador. Ginés se sentía orgulloso por ello, sobre todo, cuando en esas reuniones veía gente con corbatas y medallas. Ginés, era tonto, pero sabía que en la Iglesia y en las reuniones no se hacían ni se decían tonterías. D. Jacobo dejó a Gines “colocado ” en la Casadel Sagrado Corazón. Allí, las hermanas, le han tenido hasta su muerte. Allí Ginés ha seguido mimado y haciendo lo que quería. Cuando le regañaban solía decir: ¡Que se lo digo a D. Jacobo ¡ y es que con D. Jacobo Ginés era el rey. D. Jacobo fue párroco en Santo Ángel, Málaga Autor: diocesismalaga.es