Laicos de una cincuentena de diócesis de toda España se han congregado en la misa de clausura del Encuentro, en la que han recordaado el décimo aniversario de la refundación de la Acción Católica General, presidida por D. José María Gil Tamayo, obispo de Ávila. 

La última jornada del encuentro contó también con la ponencia de Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, que tuvo por título “Soñando un laicado transformado y transformador”. En su exposición, Ghisoni comentó la importancia que tienen los laicos para dar frutos en la tarea evangelizadora. «Los laicos no somos obreros en la viña del Señor, somos parte de la viña misma: yo soy la vid, vosotros los sarmientos», comentó. «Como bautizados, somos los primeros llamados a transformarnos y a transformar; no estamos solos».

Desde el jueves 1 de agosto, los más de setecientos inscritos en el encuentro han seguido la metodología de la Acción Católica General  basada en el ver-juzgar-actuar, para reflexionar sobre las acciones que los laicos están llamados a realizar en sus ámbitos más cercanos del trabajo, la cultura, la familia y la política, así como la presencia pública de la asociación. Las ponencias, testimonios y proyectos compartidos durante estas jornadas han generado numerosos compromisos para seguir, como dice el lema del encuentro, “haciendo realidad el sueño de Dios”. Todo este trabajo se ha recogido en las exposición de las conclusiones, que tuvo lugar el sábado 3. 

Crónica del viernes 2 de agosto

El viernes 2 de agosto comenzó con una conferencia de Teresa Compte Grau, directora del Máster de Doctrina Social de la Iglesia UPSA, sobre la Doctrina Social de la Iglesia y la propuesta de caminos de vida que han centrado el pensamiento de los laicos acerca de su misión cristiana en los mundos de la sociopolítica, la cultura, la familia o el trabajo.

«La Doctrina Social de la Iglesia es la gran desconocida, pero se trata del lenguaje para hablar de Dios a la sociedad actual», afirmaba Teresa Compte Grau en una ponencia en la que aseguró que la Iglesia debe poner sus ojos en aquellos que supieron crear un catolicismo social que diera respuesta a las grandes cuestiones desde el propio padecimiento de las personas.

Para la Acción Católica, hacer que el sueño de Dios se haga realidad supone hacer presente la fe de Jesucristo en nuestros ámbitos más cercanos. Por eso, parte importante de este encuentro ha sido también el testimonio de personas que sintieron la llamada del Señor para ser misioneros de su mensaje en ámbitos como el laboral, el familiar, el sociopolítico o el cultural.

La comunidad reunida en Ávila celebró la Eucaristía en la iglesia de San Pedro presidida por D. Luis Argüello. El obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española señaló que «la misericordia de Dios atraviesa el tiempo, lo que nos hace contemporáneos de la acción de Jesucristo de dar su vida por nosotros: la Acción Católica es la acción de gracias a esa entrega de Jesús».

La segunda jornada de convivencia concluyó con una velada cultural en un marco único como la plaza del Mercado Chico, en el corazón de la ciudad abulense. «La música en directo de Sofía Gómez Robisco y Manu Escudero hicieron retumbar en las murallas de la ciudad los ecos de la alegría de ser cristiano que la ACG sigue transmitiendo durante estos días de Encuentro», explican los organizadores del encuentro.