NoticiaEducación Javier Palos: «El Club la Caleta es fruto de la colaboración familiar» Publicado: 14/12/2016: 14055 Con motivo del 30 aniversario del Club La Caleta, D. Javier Palos Peñarroya, Vicario de la Prelatura del Opus Dei en Andalucía Oriental, visitó Málaga y concelebró una Misa de acción de gracias en la Catedral, a la que asistieron numerosos miembros del Opus Dei. En dicha visita, concedió una entrevista a DiócesisMálaga. ¿Qué supone para el Opus Dei el 30 aniversario del Club La Caleta? Significa la continuidad de un esfuerzo y una ilusión que muchas personas -solo unas pocas del Opus Dei- han puesto y ponen en que las familias malagueñas puedan vivir con gozo su proyecto de vida, con sentido cristiano, en las circunstancias corrientes del día a día. Treinta años suponen que son ya varias generaciones de madres, padres, hijos e hijas han podido han podido beneficiarse y colaborar con las actividades del club juvenil, creciendo ellos y aportando a un cada vez más amplio ámbito de la sociedad. Treinta años indican también que el trabajo es bien recibido y son un valioso punto de partida para el futuro. ¿Qué es lo que caracteriza a centros como éste? La atención personal y la unidad familiar. La Caleta es fruto de la colaboración entre familias, y todas sus actividades tienen la “perspectiva de familia” como eje vertebrador. Naturalmente, como club juvenil orientado al aprovechamiento del tiempo libre de chicas de 10 a 18 años, se organizan actividades en función de los gustos de estas edades y de la oportunidad de los tiempos extra escolares, desde el estudio hasta las más diversas aficiones. Se da mucha importancia a la formación humana de cada chica, adaptada a sus necesidades individuales. También se cuida la formación cristiana, orientada a que se desenvuelvan coherentemente con su fe en todas sus circunstancias; pero teniendo en cuenta que el Club está abierto a todas las familias, también a las que puedan estar alejadas de esa misma fe. La educación de los niños y jóvenes y la familia es una de las prioridades de la Diócesis de Málaga en este nuevo curso, ¿es también una prioridad para el Opus Dei? Lo es, y lo ha sido siempre. Cuando Mons. Javier Echevarría -fallecido este lunes 12 en Roma, que pudo estar con algunas familias del Club La Caleta en sus visitas a Granada en 1996 y 2002-, (tomó posesión como Prelado del Opus Dei en 1994), -señaló que debíamos secundar uno de los objetivos más enraizados en el corazón del Santo Padre: la protección de la familia frente a las fuerzas que pretenden destruirla. Nos animó desde entonces a sentirnos interpelados, a hacer más, a promover iniciativas codo con codo con muchos cristianos, como puede ser La Caleta. Sigue siendo una prioridad a la que queremos sumar nuestro granito de arena en la misma dirección que la diócesis. En nuestra Diócesis de Málaga acabamos de concluir un ciclo de conferencias sobre la Exhortación Apostólica “Amoris laetitia”, ¿qué destacaría usted de este documento del Magisterio del Papa? El Papa Francisco ha vuelto a demostrar que tiene una gran capacidad para hablar con realismo sobre la belleza de la vida familiar. En esta extensa Exhortación invita a cuidar la alegría del amor que se vive en las familias frente a las dificultades que plantea el ambiente actual. Muestra como la mayor parte de la gente valora las relaciones familiares estables y aprecia el acompañamiento de la Iglesia. La Iglesia debe ofrecer una pastoral positiva, acogedora, que posibilita una profundización gradual de las exigencias del Evangelio. También quería subrayar como para el Papa más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas. En La Caleta se organizan diversas actividades para la formación de los padres. Sin duda esta exhortación da luces para seguir trabajando en esta tarea apasionante de formar para “ser padres”. ¿Qué piensa usted que aporta la familia a la sociedad actual, a la de 2017 que ya mismo empieza? Pienso que aporta todo. La familia es la célula básica de la sociedad; incluso en estos tiempos en que parece romperse en occidente, sigue siendo la institución más valorada. Precisamente durante estos años de crisis económica y de valores, la familia emerge como la tabla de salvación que sostiene todo el andamiaje social. Sin la familia no puede haber vida social y, sin sociedad no puede haber vida humana ni cristiana. La familia es el lugar para crecer en humanidad, para trasmitir la fe, para aprender a vivir fraternalmente. La familia es la solución y su disolución es el origen de todos los problemas. Eso es lo que pienso.