El Obispo de Málaga, Monseñor Dorado Soto, ha agradecido en su última carta pastoral titulada: El sostenimiento de la Iglesia, el gesto de poner en la Declaración de la Renta la X en el casillero para la Iglesia católica.

Afirma que con este gesto se paga lo mismo y se está “ayudando a la Iglesia en su misión de servir a Dios y a los hombres, en especial, a los más necesitados.” Señala que, en el caso de la diócesis de Málaga, apenas supone el 20% de sus ingresos y que “significa mucho para una Iglesia pobre como la nuestra”.

En este sentido, afirma que “tenemos una bolsa de solidaridad que se nutre de donaciones voluntarias, de un porcentaje que aporta cada parroquia de sus ingresos y de lo que llega mediante la cruz que se marca en la Declaración de la Renta.”