Las religiosas fundaron en Melilla en mayo de 1923. Su misión comenzó con el quehacer de cinco hermanas, dedicadas a cuidar de los niños abandonados, víctimas de la situación dejada por la guerra. Años más tarde, debido a la situación migratoria que se vive en la frontera entre Melilla y Marruecos, su labor se amplió a atender a menores no acompañadas y a niñas víctimas de maltrato familiar o en riesgo de exclusión social. Surgió entonces el centro de menores para niñas de 5 a 17 años, residentes o no en la ciudad autónoma, que ahora dirigen.

Enlace a la información publicada por El Faro de Melilla

La consejera de Igualdad de la ciudad autónoma de Melilla, Elena Fernández Treviño, afirmó en el acto de entrega que «en el centro se esfuerzan cada día por ofrecer la mejor atención posible a las menores». la hermana Celina Luz María Pérez fue quien recibvió el premio de mano del presidente de la ciudad, Eduardo de Castro, de la consejera y de la propia Lourdes Carballa. Además de agradecer el premio, la religiosa ha afirmado que «este reconocimiento queremos compartirlo con el personal de nuestro centro que, con su profesionalidad y buen hacer, podemos dar un mejor servicio a nuestras menores.  Cada niño es una generación y los sentimientos que a ellos se le inculquen hoy serán los que inculquen a sus hijos. Así se forman las generaciones». 

PREMIOS LOURDES CARBALLA

Los premios llevan el nombre de una funcionaria jubilada del cuerpo de Técnicos de Hacienda, que fue además la primera mujer concejala de la ciudad en el año 1979. Su nombre fue elegido para estas distinciones con que se reconoce a aquellas mujeres que han destacado en su vida profesional, entre ellas, este año, las religiosas.