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Un Domingo de Resurrección único

Publicado: 08/04/2015: 11661

El Domingo de Resurrección guarda múltiples tradiciones que se siguen realizando en diferentes pueblos de Málaga. Indagamos en ellos para conocerlas mejor

La Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos. Es el paso hacia otro tiempo litúrgico muy intenso, el de Pascua. Además, esconde algo más que la celebración de una vigilia pascual.
El pasado Domingo de Resurrección fue un día importante que mucha gente celebró de una forma muy especial. Esta fecha recoge diferentes tradiciones que tienen protagonismo en muchos pueblos de la provincia de Málaga, como son Alpandeire, El Borge o Jubrique, entre otros.

¿Qué tiene que ver un huerto con la Pascua? Los habitantes de estos municipios pueden responder a eso.Una de las prácticas más populares incluye un huerto como escenario y fue iniciada, hace años, por un grupo de jóvenes del pueblo de Benarrabá. Antiguamente constaba de dos partes: una primera en la que se construía un pequeño bosque en la plaza del pueblo, todavía sin asfaltar, y otra en la que se creaba un huerto. En procesión se llevaba a San Juan, que encontraba al Resucitado y dando una carrera iba a avisar a la Virgen, produciéndose después el encuentro entre la madre y su hijo. Al terminar este ritual, vendían los elementos que formaban el huerto y hacían una fiesta. Durante un tiempo, esta costumbre se dejó de realizar hasta que en 1993 fue retomada por las mayordomas de la Iglesia. Ahora sólo se hace un huerto y lo que se recauda al vender los alimentos va destinado a sufragar las necesidades de la parroquia.

De manera parecida se celebra en El Borge la fiesta de San Gabriel patrón en la que, al finalizar la Eucaristía de la Resurrección, se acude con una figura de la Virgen a buscar al Resucitado, que ha sido llevado a la entrada del pueblo previamente.

En Jubrique y El Burgo, el Domingo de Resurrección también se vive teniendo presente la figura de Judas. Cuando finaliza la misa de Resurreción todo el pueblo sale en procesión llegando a una plaza donde espera una figura de este personaje. Esta imagen se quema, de ahí que el rito sea conocido como “La quema de Judas”. Simboliza el quemar todo lo malo para empezar bien el tiempo de Pascua. Pero no todo queda en lo simbólico, en otros pueblos, le ofrecen importancia al alimento, a un plato típico, los llamados “hornazos”.

Existe otra tradición que se sigue celebrando en el pueblo de Gaucín, bautizada como “El toro de cuerda”. Aunque tenía un origen religioso, poco a poco se ha ido perdiendo. Al finalizar la eucaristía del domingo se soltaba a un toro y la gente corría con él.

Las tradiciones de Resurrección

El Huerto del Niño

Esta tradición cristiana es muy habitual en algunos pueblos de la serranía. Se caracteriza por la creación de un huerto entre todos los habitantes de la localidad durante la Semana Santa, en la cual se dedican a recoger flores, frutas, verduras, hortalizas y otros productos típicos de la tierra. La noche del Sábado de Resurrección se traslada la figura de “el niño” al huerto y no es hasta el Domingo de Pascua, después de la misa de las 12, cuando aparece la imagen del niño como símbolo de Cristo Resucitado, según nos cuenta el párroco de Cartajima, Andrés Conde. Esta celebración también es muy popular en pueblos como Benarrabá, Igualeja, Júzcar o Alpandeire, donde la actividad en este día es la misma.

La "quema de Judas"

La costumbre en esta celebración religiosa se basa en la afirmacion de San Pablo de dar muerte “al hombre viejo para renacer al hombre nuevo”. El pueblo incinera todo lo malo que hayan vivido o pensado durante la Cuaresma, para que prosperen así cosas buenas y bellas a partir de ese momento. El párroco de El Burgo, Jesús David Hurtado, apunta que esta tradición se lleva a cabo en el pueblo tras la misa de las 11, donde salen a procesionar el Corazón de Jesús y la Virgen Milagrosa desde la Iglesia de la Encarnación para encontrarse con el Judas, que es incinerado en La Plaza de Abajo del pueblo. Esta práctica también se festeja en la localidad de Jubrique, donde la “quema de Judas” es otro de sus conocidos rituales en el Domingo de Resurrección.

Fiesta de San Gabriel

Según afirma el párroco de El Borge, Alfredo Salazar, después de celebrar la Eucaristía de la Resurrección, la imagen del Cristo resucitado se lleva en procesión hasta la Iglesia del pueblo. Esa misma tarde tiene lugar la procesión de San Gabriel, donde todos los habitantes acompañan con gran emoción la imagen del Patrón de su pueblo. «Es una fiesta con gran dosis de espiritualidad y fervor popular».

Los hornazos

Los hornazos son una tradición muy practicada el Domingo de Resurrección en algunos pueblos como Istán o Yunquera. Se trata de un producto gastronómico elaborado con pan, sin levadura, y con huevo cocido. La costumbre popular señala que en las tardes del Domingo de Resurrección, las familias o grupos de amigos se reúnen en torno a este alimento para conmemorar el fin de la Semana Santa. Lo fundamental es que los productos con los que se elabora el hornazo sean naturales y de la mejor calidad.

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