Su carrera también ha estado siempre ligada a la música religiosa: «la que es de Alfarnate es mi mujer, yo comencé en la parroquia de la Amargura de Málaga. Allí había un grupo muy importante y muy dinámico de jóvenes que tocaban todo tipo de instrumentos, ¡hasta batería! Y así empezó mi relación con la música religiosa. Luego he participado en corales con amplio repertorio religioso como la de Santa María de la Victoria o Carmina Nova».

La relación entre la música y la fe es, para Matas, fundamental en su vida: «Siempre he estado ligado a la Iglesia y se producen momentos de comunión espiritual de mucha alegría. Por supuesto, como cristianos, la experiencia de cantar en coro al Señor es maravillosa».

La iniciativa de poner en marcha el coro Scala Coeli surgió hace ya casi cinco años como un deseo de un grupo de amigos de Alfarnate. Poco a poco se fue agregando más gente y en la actualidad, lo forman 34 miembros. Entre ellos hay de todo, mayoritariamente docentes, pero también empleados de banca, de la construcción, amas de casa… «Lo cierto es que para ser un coro relativamente joven –reconoce– no nos ha ido nada mal y ya hemos cantado en la Catedral, en la iglesia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, en la de Santo Domingo, en la de San Lázaro y en multitud de pueblos. Parece ser que a la gente le gusta nuestro trabajo y nosotros encantados de acudir
adonde nos llamen».

Pero, sin duda, la llamada más especial la recibieron hace unas semanas cuando les llegó un telegrama desde Roma aceptando su petición de ir a cantar a la mismísima Basílica de San Pedro en el Vaticano. «La idea de enviar la solicitud a Roma surgió en 2012 a partir del deseo de algunos de los miembros del coro. ¡Qué mayor alegría
para un coro cristiano que cantar en el Vaticano! Así que cuando recibimos la confirmación nos llenamos de ilusión y de nervios porque es un acontecimiento único. No tenemos noticia de que ningún coro español haya cantado arriba, en la propia Basílica. Otros han cantado en la misa de las 8 de la mañana en las catacumbas, pero no,
nos citan a la misa de las 5 de la tarde en la sede de Pedro. Nos quedamos todos “de piedra”, nunca mejor dicho. Habría sido una alegría poder ir a cualquier
otro sitio, pero esto ha sido una sorpresa formidable. Esperamos haber dado la talla».

En el repertorio que ofrecieron en la misa en Roma llevaron el “Cantate Domino” de Pittoni, junto a obras de Haendel y Mozart, pero, sin duda, la que cantaron con más cariño fue el himno a la Virgen de Monsalud coronada. Esta pieza compuesta por el propio Matas con motivo del 50 aniversario de la coronación canónica de la patrona de Alfarnate, resonó con especial fuerza para todos los miembros del coro y para el pueblo entero en los muros del templo de mayor importancia para la Iglesia Universal. Un momento irrepetible que será difícil de olvidar para estas voces al servicio de la liturgia y la alabanza a Dios a través de la música. El director del coro Scala Coeli se deshace en elogios hacia el párroco, Antonio Jesús Jiménez: «Él ha tenido mucho que ver en que hayamos podido cumplir este sueño. Ha tenido mucha ilusión
y mucha fe en nosotros y nosotros también nos hemos apoyado mucho en él».

Más información y contacto: www.coroscalacoeli.es