La  Audiencia General con Benedicto XVI ha sido uno de los momentos más emotivos de la visita. En su recorrido inicial, el Papa se detuvo con los peregrinos malagueños, y conversó con ellos, bendiciendo al hijo de unos profesores, de apenas unos meses de edad, que le acercaron hasta el "papamóvil". La Banda de Música +Santa María de la Victoria+, situada frente al Papa, interpretó para el pontífice la marcha "María Santísima de las Penas", de A. Patión: dos minutos en los cuales todos los congregados en la plaza permanecieron en un expectante y respetuoso silencio.

Las palabras del Papa, comentando el pasaje de los hechos de los Apóstoles en que Pedro y Juan se encuentran, a su salida de la cárcel, con la comunidad reunida y orante, sirvieron a Benedicto XVI para animar a los peregrinos a perseverar en la oración y en la lectura de la Escritura a la luz del resucitado, para así obtener la valentía suficiente que les permita anunciar la Palabra de Dios.

Al finalizar la Audiencia, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, saludó personalmente al pontífice, y luego se acercó a él con Francisco José González Díaz, secretario técnico de la Fundación. Juntos le hicieron entrega de una pintura de la patrona de Málaga, Santa María de la Victoria, realizada por Luis Ruiz Sánchez, profesor de la fundación.

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