NoticiaJornada Mundial de los Pobres Málaga, una Iglesia acogedora para migrantes y refugiados Publicado: 10/11/2022: 5788 Rural En su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres de este domingo, el papa Francisco tiene un recuerdo especial para las víctimas de la guerra en Ucrania y «las mujeres, los niños y los ancianos obligados a desafiar el peligro de las bombas con tal de ponerse a salvo buscando amparo como refugiados en los países vecinos». El papa Francisco instauró Jornada Mundial de los Pobres en el Jubileo de la Misericordia Son miles los migrantes y refugiados que llegan a nuestro país al verse forzados a abandonar sus hogares por diferentes motivos. Muchos de ellos tienen una dificultad especial para el acceso a la vivienda y al trabajo. Por ello, la Iglesia Española ha puesto en marcha la Mesa del Mundo Rural, un proyecto que aúna la acogida de migrantes con la revitalización de los pueblos de la España vaciada, o «la España de las oportunidades» como prefieren llamarla. La delegada diocesana de Migraciones y Gitanos, Pilar Gallardo, explica que esta iniciativa, promovida por el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, ya se ha puesto en marcha en Málaga y «trata de conectar a familias con permiso de trabajo y de residencia con entidades, empresas, ayuntamientos y parroquias de pueblos pequeños que se encuentran en riesgo de despoblación, para así pasar de la España despoblada a la España de las oportunidades. Los “pueblos con futuro” queremos llamarlos». Pilar Gallardo habla sobre la Mesa del Mundo Rural En definitiva, «es poner en contacto estas dos realidades, que pueden apoyarse entre ellas. La iniciativa lleva un tiempo funcionando gracias a la Asociación Pueblos con Futuro y Proyecto Arraigo. La Conferencia Episcopal ha creado la Mesa del Mundo Rural para que, junto a ellas, trabajen otras entidades en red. Ellos acompañan a las familias a lo largo de todo el proceso; no es solo que los pongan en contacto como haría una agencia de colocación. Hay un acompañamiento y una preparación previas porque un proyecto de vida tiene un trabajo y una preparación en el propio pueblo de acogida, donde es fundamental la intervención de los alcaldes, el compromiso de los ayuntamientos, las parroquias y la comunidad de vecinos. Es decir, se busca dónde está la necesidad y se habilita la acogida, para que se produzca este encuentro». Todas las delegaciones de migraciones de España están trabajando en red, de manera coordinada, para hacer que este proyecto sea posible. Gallardo asegura que quieren «comenzar a detectar a estas familias que podrían beneficiarse del proyecto a través de las Cáritas de las parroquias. Desde Málaga ya podemos enviar familias a los pueblos donde surgió esta iniciativa en la provincia de Guadalajara, pero no todas las familias se quieren ir tan lejos, así que desde la delegación estamos intentando localizar pueblos en nuestra provincia con necesidades de familias». Además, desde Pueblos con Futuro explican que «con un poco de ayuda, son autosuficientes en un año. Y el dinero que les prestamos para que puedan iniciar su nueva vida nos lo devuelven, porque desde el inicio se les apoya económicamente para la mudanza y otros gastos que puedan surgir. Están funcionando todos muy bien. Nos contaban que una de las familias que ayudaron a integrarse en un pueblo, abrió el bar de la localidad y, al poco tiempo, eran autónomos gracias a los turistas de fin de semana que van a disfrutar de la naturaleza». Se trata de Edgardo Josué Juárez y su esposa Helen. Llegaron de Honduras hace 6 años junto a su hija y la hermana de ella. En la actualidad, residen en un pequeño pueblo de Zaragoza llamado Gallocanta gracias a Pueblos con Futuro. Helen explica que «para nosotros ha sido una gran oportunidad. Residíamos en Cáceres donde trabajábamos los dos, pero la pandemia hizo estragos en nuestra familia y, gracias al padre Ángel, conocimos esta iniciativa. Necesitaban un matrimonio con niños en edad escolar capaces de llevar un restaurante y como nosotros teníamos experiencia en el sector, aquí estamos. Antes, en el pueblo solo había un niño, ahora son tres con mis dos hijas». Por su parte, la delegada de Migraciones de la Iglesia de Málaga afirma que ha mantenido «reuniones con las distintas administraciones y en especial con la Diputación Provincial de Málaga, que está llevando a cabo diferentes proyectos en materia de atención al despoblamiento y nuevos residentes, por lo que estamos iniciando un camino de colaboración y coordinación». El vicario para la Acción Caritativa y Social de la Diócesis de Málaga, el sacerdote Juan Manuel Ortiz Palomo, ha querido recordar esta Jornada Mundial de los Pobres que, «nosotros hemos de convertirnos en testigos del amor de Dios para sus hijos preferidos: los marginados, los pequeños, a quienes les falta lo más necesario para tener una vida digna o los que han perdido todo a causa de la guerra o de las diversas formas de violencia».