«Por ejemplo – añadió- suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto». El Papa, en su encíclica “Evangelii Gaudium”, ya abordó este tema, afirmando que «éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o “modernizaciones”. No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?» Ya en su entrevista con el director de la revista Civiltà Cattolica, Antonio Spadaro sj, el Papa hizo un llamamiento a favor de mostrar “misericordia” con aquellas mujeres que han abortado y a las que eso “les pesa enormemente”.

Francisco ha expresado recientemente su cercanía a las familias, especialmente aquellas “divididas y desgarradas” por la frágil conciencia de pertenencia que caracteriza al mundo actual y por las difíciles condiciones en las que muchas de ellas se ven obligadas a vivir. «Se necesitan políticas adecuadas que sostengan, favorezcan y consoliden la familia». También tuvo el Papa palabras para referirse a los ancianos que son considerados como un peso y a los jóvenes sin perspectivas ciertas de vida, ya que ambos han sido calificados por Francisco como “la esperanza de la humanidad”.