Vida DiocesanaHojas de hierba Cómo explicar la muerte a los niños Publicado: 06/04/2013: 5388 Cómo explicar la muerte los más pequeños es un asunto que en muchas ocasiones, como creyentes, nos desborda. 'El abuelo te está viendo desde el cielo'. 'Papá está de viaje' o 'Ha subido al cielo en un ascensor' son algunos de las expresiones que se utilizan para explicar la muerte a los niños. Y aunque puede convertirse en un ejercicio de imaginación, no siempre es útil; ni para ellos, ni para sus mayores. Tener claras algunas ideas sobre cómo comunicar una mala noticia a los más pequeños de la casa puede ser de gran utilidad para toda la familia y catequistas. A veces les decimos o hacemos cosas que pueden complicar las cosas. De hecho, incluso los bebés recién nacidos pueden notar esa pérdida, especialmente en el caso de lactantes cuya madre fallece, aunque no entiendan cognitivamente lo que ocurre a su alrededor. Por eso es importante no alterar sus rutinas, ni dejarles de atender y abrazarles en todo momento. A partir de los cuatro o cinco años los padres y educadores deberían añadir una explicación verbal, con un lenguaje adaptado a la edad de los niños. En este sentido, es bueno tener en cuenta algunas cosas básicas para comunicar la muerte a los niños. Por una parte, deben comprender que todos nos vamos a morir, pero que es excepcional en personas jóvenes. Si uno de los dos progenitores muere, la preocupación del niño será cuándo se va a morir el otro, quién le llevaría a él al 'cole' en ese caso. Por eso es importante garantizarles sus rutinas y que se sientan arropados. Es necesario explicarles que la muerte es irreversible y si somos creyentes que seguimos viviendo en Dios; de hecho la metáfora del viaje puede hacer que se queden esperando que el ser querido vuelva, que se pregunten si va a venir a su cumpleaños. Por eso es recomendable ser claros. También desde la fe. Y por supuesto entenderles cuando manifiesten su tristeza en forma de rabia o enfados: es importante hablar con ellos, decirles que les comprendemos, que los adultos también se sienten mal. Pero que las cosas se superan y que desde la fe en Dios sabemos que ellos siguen vivos, que están junto a nosotros, que podemos hablar con ellos, que ellos rezan a Dios por nosotros y que seguimos unidos tanto o más que antes en el amor. Autor: diocesismalaga.es El valor de lo cotidianoCristo está vivo Comentar artículo Título de un comentario. Este bloque solo estará disponible en los artículos de tipo BLOG y no en los de Diócesis, Noticias o Html/Varios Nº 2 | Nombre de usuario (08/01/2014 15:02) DENUNCIAR COMENTARIO Este bloque solo estará disponible en los artículos de tipo BLOG y no en los de Diócesis Nº 2 | Nombre de usuario (08/01/2014 15:02) DENUNCIAR COMENTARIO Comentario: Nombre: Email: Acepto las Condiciones de uso La dirección IP de su ordenador quedará registrada al realizar el comentario de cara a su identificación por si fuese necesario. RECUERDE: - Estas opiniones pertenecen a los lectores y no a la Diócesis de Málaga - No está permitido hacer comentarios injuriosos o contrarios a la libertad de expresión. - La Diócesis de Málaga se reserva el derecho de eliminar comentarios inadecuados. - No dude en avisar de posibles comentarios inadecuados. - Los comentarios podrán ser reproducidos textualmente en otras publicaciones de la Diócesis. Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir