El rojo suave con el que amaneció el domingo se ha tornado azul intenso y la suave brisa acuna y acurruca la vida y los sueños de los hebreos como si de un continuo rumor de conversaciones se tratase.  Conversaciones que hablan de lo que ocurrió en el Calvario.   De cómo asesinaron al Nazareno: «Un profeta poderoso en obras y palabras» Lc 24, 19. Cuentan que el domingo Jesús Resucitado se aparece en primer lugar a María, la de Magdala. Jesús la llamó por su nombre: María.  Ella, emocionada,  recibió un encargo de Jesús: «Diles a mis amigos que estoy vivo».  Pero cuando las mujeres comunicaron a los hombres del grupo que Jesús estaba resucitado, ellos pensaron que eso era cosas de mujeres.  

El cristiano celebra que la vida ha triunfado sobre la muerte, que el amor es más fuerte que el odio. Tanto si eres cristiano como si no, te exhorto a vivir en plenitud durante los próximos días: somos alegres porque estamos vivos. Y además quiero decirte algo: como creyente estoy convencido que Cristo Resucitado camina junto a ti.  En medio del trajín diario.  Estimulando tus sentidos: Jesús resucitado se halla por encima de lo que se puede medir física o químicamente. Es el Señor de la nueva vida y por eso la muerte es superada por la potencia creadora del amor. 

Solo el amor es lo bastante fuerte como para modificar la estructura de la materia. Dios penetra hasta el fondo último del ser.  Dios es poder.  Y eso lo puedes experimentar también tú. Porque este poder absoluto es también bondad idénticos en la raíz última del ser.  Eso lo han experimentado los cristianos, nómadas en su camino a la eternidad, y por eso anuncian que la resurrección de Cristo abre ventanas a la vida y la fe.  Por eso durante los próximos cincuenta días los cristianos estarán de fiesta, en la llamada cincuentena pascual.  Espero que si eres cristiano te unas a esta gran fiesta y si no lo eres que la compartas con los creyentes en Cristo.