NoticiaSan Manuel González «¡Qué suerte he tenido en mi vida!» José María Ramos Villalobos durante la bendición de la imagen de san Manuel González Publicado: 24/10/2016: 25243 Artículo del sacerdote José María Ramos Villalobos, párroco de San Manuel González, en Mijas Costa con motivo del cambio de nombre de su parroquia. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Y como yo, cuántos sacerdotes y seglares que hemos pasado por el Seminario Diocesano de Málaga. Nuestro Seminario de San Sebastián y Santo Tomás de Aquino, y como no, de la Inmaculada, nuestra Madre. Lo que somos, en todo los órdenes, se lo debemos a nuestro Seminario. A esa casa, la “granja del Buen Pastor” donde aprendimos a descubrir a un Dios como Padre, a un Jesús hermano caminante y salvador, a un Espíritu que nos recuerda y empuja y a una Madre que llevándonos de la mano nos anima a caminar con y por la causa de su Hijo. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Escuchar la tarde del 27 Septiembre 1957 la palabra de un superior que nos decía “bienvenido al Seminario, a la casa de Don Manuel González. A mí ese nombre no me decía nada y poco a poco fue entrando en mi corazón, y fui descubriendo quién era y por qué cada rincón de esa gran casa “olía” a santidad, y nada de estar allí porque sí, estaba porque tenía una misión. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Pasear y rezar el Santo Rosario todas las tardes en la galería de la obediencia donde unas piedras no decoran su suelo sino que hablan y QUIEREN HOY HABLAR de una disposición del espíritu joven que sueña con el sacerdocio. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Encontrarme con superiores y seminaristas mayores que con amor, como si fueran sus hijos, nos hablan de D. Manuel González. Al principio nos acercaban a las anécdotas, luego iban profundizando, con el correr de los cursos a un hombre bueno, amante de los hombres y al servicio de los hombres, sus hermanos. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Haber mamado la grandeza del silencio vociferante del Sagrario. Ahí está Él, el Maestro, el Pastor, esperando nuestra visita para hacernos semejante a Él. Sólo el que escucha al Pastor, como D. Manuel llamaba al Señor, puede ir detrás de Él como Camino, Verdad y Vida. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Ir conociendo su espiritualidad y su dirección espiritual. Cuántas y cuántas veces rezo, suplico y enseño en el confesionario aquella jaculatoria de D. Manuel: “Señor con mucha pena de ser como soy. Pero con muchas ganas de ser como Tú quieres que sea”. Sí, es una petición donde el Obispo Don Manuel quiere que superemos la rutina y avancemos en nuestra vida humana y religiosa. No contentarnos con el “virgencita, virgencita que me quede como estoy”. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Haber respirado el mensaje que aún estoy muy lejos de vivirlo en profundidad, pero que debo aspirar a él: “Me gustaría morir a la puerta de un Sagrario o junto a la puerta de un pobre…” Toda una clara opción por las Bienaventuranzas. Opción por Cristo Eucaristía, presente en el Sagrario que nos lleva a una vida comprometida con los pobres. Clara opción para estar siempre con y de parte de los pobres donde se hace presente Cristo Eucaristía. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Que en mi Seminario, junto a mi madre Juanita, me enseñaran a amar a María, nuestra Madre Inmaculada, y hoy, sacerdote poder orar con sinceridad a tan gran MADRE: “Mientras nos quede una gota de sangre que derramar, unas monedas que repartir, un poco de energía que gastar, una palabra que decir, un liento de nuestro corazón, un poco de fuerza en nuestras manos o en nuestros pies, que puedan servir para dar gloria a Él y a Ti y para hacer un poco de bien a nuestros hermanos… ¡Madre mía, por última vez! ¡Morir antes que cansarnos!”. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Poder saborear mensajes y deseos de nuestro Obispo Manuel: “Enseñad pero no esperando que vengan sino yendo a que oigan…”, “Evangelios vivos con pies de cura…”, “Señores, ¿en qué canon se le manda a los curas tener cara de juez?...”, “Que el sacerdote no tiene horas de sacerdocio como el empleado las tiene de oficina, es sacerdote de día y de noche…”, “El corazón de Jesús no echa a nadie que quiera vivir en Él y dentro de Él…”, “Leed el Evangelio a la luz de la lámpara del Sagrario…”, etc. ¡Qué suerte he tenido en mi vida! Ser sacerdote y párroco de la única parroquia de nuestra Diócesis cuyo titular es San Manuel González. Ese Don Manuel González que he citado antes, es y será, SAN MANUEL GONZALEZ, OBISPO DE MALAGA. José María Ramos Villalobos Párroco de San Manuel González Mijas Costa