La Orden de San Juan de Jerusalén fue creada por unos mercaderes italianos que fundaron un hospital en Jerusalén para atender a los peregrinos enfermos. Estos ricos comerciantes organizaron un grupo de monjes-enfermeros, que siguiendo la regla de san Agustín, atendían a enfermos y pobres en Tierra Santa. A partir de 1137, estos monjes se militarizaron, naciendo así la orden de los Hospitalarios. Tras la conquista por los musulmanes de la última plaza cristiana (Acre), marcharon los Hospitalarios a Chipre y, desde allí, conquistaron Rodas. Al ser expulsados de esta isla en el s. XVI, Carlos V les cedió la isla de Malta (1530) y de aquí su actual nombre “Caballeros de Malta”.

La Orden del Temple es la orden militar más antigua; fue fundada en 1119. Se establecieron en una casa contigua al Templo de Salomón y de aquí su nombre. Sus miembros se dedicaron especialmente a la defensa y protección de los cristianos peregrinos. Siguieron una regla compuesta por san Bernardo. El heroísmo de sus componentes causó la admiración de toda Europa, pasando posteriormente a la leyenda. Terminadas las Cruzadas, esta Orden se enriqueció notablemente, lo que motivó la codicia del rey francés que, mediante calumnias, consiguió del Papa la supresión de la misma (1312). 

Los Caballeros Teutónicos aparecieron en la tercera cruzada, con la finalidad de atender a los peregrinos de lengua alemana. Hacia 1200 abandonaron Palestina y se instalaron en el Este del Imperio alemán. Fueron los creadores de Prusia y evangelizaron a baltos y eslavos. Esta orden desapareció con la insurrección luterana, pues su Gran Maestre abrazó el protestantismo.