Desde que dejamos las aulas del colegio y entramos en la universidad hemos dedicado una parte importante de nuestro tiempo y de nuestras fuerzas a la educación de la fe en el tiempo libre y, dentro de la gran familia Agustiniana de Málaga, hemos vivido gran parte de esta experiencia en un cortijo, antiguo molino de harinas (propiedad de la Orden de san Agustín), en Archidona, donde se forjó nuestro proceso de fe y proyecto de vida, junto a los de nuestra comunidad. Pero, con el paso del tiempo el cortijo se deterioró, dejando de estar en óptimas condiciones para la realización de convivencias. Así comenzamos un pequeño peregrinaje junto a nuestro grupo para dar con otros sitios acordes a nuestras necesidades. Pero aquella casa era lo que estábamos buscando: la tranquilidad de la naturaleza, la magia de la casa y su entorno, la intimidad y, a su vez, lo bien comunicada que estaba, y sus instalaciones la convertían en un sitio irremplazable. 

Así que nos armamos de valor y nos pusimos los monos de empresarios, en estos tiempos tan difíciles, para recuperar aquello que albergaba tantos recuerdos y sentimientos, poniéndolo al servicio de nuestra comunidad y ahora de la Iglesia malagueña.  Llevábamos años dedicándonos a actividades de tiempo libre, y decidimos dar el salto con una empresa con la que asumir la cesión de la casa y su completa reforma para adaptarla a los requisitos legales y a nuestras necesidades. 

Le pusimos el nombre de Molino de Madaura, por su uso original (molino), y por la ciudad en la que estudió san Agustín (Madaura). Y la constituimos como escuela de naturaleza, ya que además de utilizarla para retiros espirituales, creamos programas de educación en valores a través del contacto con la naturaleza, con excursiones y campamentos, y actividades de turismo activo. 

Desde el principio quisimos que este fuera un proyecto de naturaleza y vida, por el contacto con el bosque mediterráneo y la paz que este transmite.  Y porque, al igual que hicimos nosotros, queremos ofrecer la posibilidad de vivir esta experiencia de crecimiento personal mediante la vivencia de esos valores que hacen que pasemos de ser una semilla indefensa, a un fuerte roble que se mece con el viento. 

Más información en http://molinodemadaura.es/