NoticiaParroquias «Para nosotros es muy importante aprender el español y estamos muy agradecidos a la parroquia» Publicado: 10/06/2024: 3766 Migrantes La parroquia María Madre de Dios ofrece en sus salones, desde hace más de una década, clases de español para migrantes con pocos recursos, «una respuesta de acogida de la comunidad, fruto del encuentro con Cristo, que es quien nos invita a tener entrañas de misericordia», explica el párroco. Su párroco, Antonio Eloy Madueño, explica que, cuando llegó a la parroquia en 2021 encontró, entre los muchos servicios que se ofrecían, una escuela de español para extranjeros: «una profesora jubilada muy querida, Mari Carmen, la atendía y lo hacía muy bien. Era una mujer con una educación impresionante, generosa y abierta, que había sido profesora toda la vida en los colegios de la zona. Ya falleció pero dejó un trabajo muy bonito en marcha que se ha mantenido». Esta escuela nació «como una respuesta de acogida de la comunidad, fruto del encuentro con Cristo, que es quien nos invita a tener entrañas de misericordia, a abrirnos a los hermanos más necesitados y a ver en los migrantes no un número, sino un hermano que necesita un hogar, una familia en la fe que lo acoja», añade Antonio Eloy. Desde el equipo de Cáritas y de Pastoral de Migraciones de la parroquia surgió esta respuesta: «un lugar en el que facilitar la comunicación de quienes llegan a nuestra ciudad y es que, una manera de integrar es ofrecer lo mejor que tenemos, la celebración de la Eucaristía en la parroquia y, para que esto sea posible, hay que facilitar también la comunicación, lo que allanará la relación de esa persona que vive en un contexto nuevo y en una sociedad nueva a la que se acerca en busca de una nueva oportunidad de vida». «No podemos ser indiferentes», afirma rotundamente Madueño, «pues son muchas las personas migrantes que acuden a nosotros, comparten la fe, celebran los sacramentos y se integran en la comunidad parroquial. A todos ellos tenemos que facilitarles también la integración y la comunicación, para que puedan participar en la sociedad con todos los derechos. En definitiva, es una forma de amar como Cristo y de acercarle al encuentro con Dios, que es el que nos llama siempre a tener un corazón abierto como el suyo». Tras el fallecimiento de María Carmen, Estela María Almonacid, feligresa de la parroquia desde hace más de 15 años y también maestra jubilada, se ofreció para continuar este servicio pues «me sentí llamada a ofrecer esta ayuda porque había bastantes alumnos que necesitaban ayuda y no podíamos dejarlos en espera. Al comienzo nos reuníamos un sólo día, pero después tuvimos que hacer dos grupos de varios niveles. A veces es complicado por los horarios de trabajo, pero con buena voluntad todo es posible. Los alumnos suelen ser, sobre todo, marroquíes y ucranianos. En la actualidad, el grupo de clase está formado por once alumnos con los que celebraremos el fin de curso el próximo 23 de junio y a los que veremos de nuevo en clase el próximo mes de septiembre». A veces no es fácil comunicarse con ellos, «pues no manejamos un idioma común, pero me ayuda Irina, una alumna que ha querido seguir profundizando en el español y mejorando su nivel y me ayuda como intérprete, sobre todo con los alumnos que llegan nuevos y tienen más dificultades», afirma Estela, quien tiene claro que esta experiencia «para mí significa mucho poder ofrecer un servicio a Dios a través de los hermanos; para mí es algo muy grande». Irina, por su parte, se siente muy agradecida porque «algunos llevamos mucho tiempo en España pero no hemos podido aprender el idioma por no tener tiempo o no encontrar un lugar en el que poder aprender. Gracias al padre Antonio Eloy y a Estela que han continuado con este curso en la parroquia, podemos seguir preparándonos. Para nosotros es muy importante aprender el español porque vivimos aquí y necesitamos comunicarnos; tenemos hijos, que van a aprender el español con más facilidad que nosotros, pero a los que también tenemos que ayudar; y lo necesitamos manejar bien, por supuesto, para encontrar trabajo. En esta clase aprendemos y nos sentimos acogidos y valorados, por eso queremos continuar, seguir mejorando nuestro nivel de español y seguir compartiendo con la comunidad de esta parroquia».