NoticiaEntrevistas Daniel Lozano: «No me imagino una vida de músico sin la docencia» Daniel Lozano, candidato a Mejor Artista Emergente Publicado: 14/03/2017: 10411 Daniel Lozano es profesor de Música de la Fundación Victoria y ha sido seleccionado como candidato a mejor artista emergente en los Premios MIN de la Música Independiente. Su primer álbum, “La escalera del tiempo”, es un homenaje a su tierra, la Axarquía. Javier Ojeda, Celia Flores... está usted muy bien acompañado en su disco. Estoy muy contento, es un sueño cumplido. Hemos reunido a 21 músicos de Málaga, de estilos muy diferentes, pero que son la flor y nata del panorama musical malagueño. Desde César Jiménez y Jorge Muñoz, catedráticos en el conservatorio; a Agustín Carrillo, flauta de Camarón de la Isla y Chambao... Ha sido un lujo y una gran suerte contar con muchos de ellos recorriendo estilos como el jazz, el flamenco, el lírico, el R&B y el soul. Candidato a la mejor canción, mejor disco, mejor artista emergente, mejor portada y hasta mejor videoclip. Así es, por “Qué fue de aquellos besos”, un vídeo que ya lleva más de 10.000 reproducciones en YouTube y que se ha grabado en la Axarquía. El disco es un homenaje a mi tierra, Salto del Negro, una pedanía entre Comares y Benamargosa. Es un disco muy malagueño. Y es que a mí se me ponen los vellos como escarpias cuando escucho verdiales. Mi abuela los bailaba. Estoy muy ligado a mis orígenes y el folclore también está presente de alguna manera en este disco. Es un homenaje a las raíces, a la familia, a la amistad, al amor, a los aromas y al campo. Música y docencia, ¿a quién quiere más? No me imagino una vida como músico sin estar ligado a la docencia. Llevo 17 años como profesor de Música en la Fundación y me siento muy realizado. Desde pequeño jugaba a ser profesor. Recuerdo que un día, con 9 años, me acerqué a mi profesora Julia Casquero, del Conservatorio Superior de Música, le di con el dedito en el hombro hasta que me miró y le dije: “yo voy a ser como tú”. Estaba obsesionado con dar clase. ¡Casi me motivo más hablando de educación que de mi disco! ¿La música es también un instrumento para acercar a los niños a Dios? Hoy en día en que todos se empeñan en preparar a los niños para lo material, la música es un vehículo maravilloso para lo espiritual. En este mundo de tanto ruido, mi asignatura aporta mucho silencio. Es importante que los niños recen en esta sociedad tan impersonal. Presumo de que mi asignatura se presta a encontrarnos a nosotros mismos.