NoticiaConferencia Episcopal Española D. Jesús Catalá peregrina a Santiago junto al resto de obispos españoles Publicado: 19/11/2021: 10603 Jubileo El Obispo de Málaga participa este viernes 19 de noviembre de la peregrinación a la tumba del Apóstol Santiago con motivo del Año Jubilar Compostelano con la que se clausura la 118ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. El acto central ha sido la Misa del Peregrino en la catedral, retransmitida en directo por TRECE. Los obispos accedieron al templo por la Puerta Santa para venerar, en la cripta, el sepulcro del Apóstol Santiago. La celebración eucarística ha sido presidida por el arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio. Tras la lectura del Evangelio, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella, ha realizado la ofrenda al Apóstol en nombre de los obispos españoles. ORACIÓN LEÍDA POR EL CARDENAL OMELLA, PRESIDENTE DE LA CEE ANTE LA TUMBA DEL APÓSTOL SANTIAGO: Apóstol Santiago,los obispos de la Iglesia en España acudimos en peregrinación a esta catedral, donde desde tiempo inmemorial se veneran tus restos. Tú fuiste, según venerable tradición, quien trajo a estas tierras la luz del Evangelio. Venimos aquí en el marco de este Año Santo, que periódicamente trae a esta catedral a decenas de miles de personas de todo el mundo y lo hacemos también en el marco de nuestra reunión de la Asamblea Plenaria, que hemos querido finalizar con esta peregrinación. Como peregrinos llegamos ante ti, para pedir tu protección sobre todos los proyectos de nuestras Iglesias locales, así como tu presencia alentadora en los gozos y sufrimientos de nuestro pueblo y de todas nuestras comunidades a las que servimos como pastores. De manera especial te presentamos la preocupación y el dolor de los habitantes de La Palma, que llevan ya más de dos meses bajo la erupción del volcán. A ellos deseamos llegue, no solo la oración, tan necesaria, sino también la solidaridad de todos los pueblos de España. Hemos podido celebrar la reunión de la Asamblea Plenaria la hemos celebrado de nuevo, con todos los miembros presentes, después de tantos meses sometidos a las limitaciones impuestas por la pandemia. Hoy todavía sentimos el dolor de tantas personas que sufren la ausencia de seres queridos o las consecuencias de la enfermedad: sanitarias, familiares, religiosas, pastorales, sociales y también económicas. Hemos compartido estos días otras causas de sufrimiento. Los abusos cometidos por algunos miembros de la Iglesia nos causan dolor y vergüenza. Pedimos tu fuerza y tu luz para que, en todas las diócesis, podamos encontrar, acoger y acompañar, cara a cara, a las víctimas en la sanación de su dolor. En nuestros trabajos en las Iglesias locales vemos también las dificultades económicas que van dejando, cada vez, más personas en situación de exclusión. Somos sensibles a la preocupación por la tierra, el techo y el trabajo, tantas veces señalada por el Papa Francisco. Los datos que ofrecen Caritas y otras entidades de la Iglesia nos hablan de que actualmente son ya 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social. Sin olvidar a los más de dos millones y medio de personas en situación de extrema vulnerabilidad. Te pedimos apóstol Santiago que acompañes a cuantos padecen estos sufrimientos y suscites en todos nosotros sentimientos de compasión, a la vez que, compromisos eficaces para hacer verdad que somos un pueblo, y que todos estamos comprometidos unos con otros, y todos con los que más sufren. Ponemos en tus manos también el empeño sinodal en el que está embarcada toda la Iglesia. Queremos escuchar, dialogar y discernir lo que Jesús pide hoy a su Iglesia, a través de todas las personas que están invitadas a participar en este camino del Sínodo. Somos conscientes de que tenemos una misión delante de nosotros que es apasionante: ofrecer la buena noticia del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Tú, apóstol Santiago, iniciaste en esta tierra un proceso fecundo de evangelización que sigue dando frutos. Ahora, conscientes de nuestra debilidad, queremos pedir también tu ayuda para esta misión hermosa y apasionante, porque somos conscientes de que nos sobrepasa. En aquella primera evangelización, la Virgen María, con su presencia, sostuvo tus trabajos en momentos de grave dificultad. Hoy te pedimos, apóstol Santiago que, con María, estrella de la nueva evangelización, bajo la advocación del Pilar que, según la tradición está tan vinculada a tu persona y obra evangelizadora, intercedas por nosotros ahora y siempre.