Salvador Gil (Ronda, 1975) es actualmente párroco de Santa María de la Amargura (Málaga), Delegado Diocesano de Infancia y Juventud, profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos y de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga y patrono de la Fundación Victoria.

Nada más conocerse la noticia de su nombramiento, Gil ha manifestado su agradecimiento a la hermandad «por permitirme prestar este servicio y darme la oportunidad de hablar de la Virgen; y de este modo acercar un poco más si cabe su figura en los días previos a su fiesta a todo el pueblo malagueño. Estamos en un momento y en un contexto religioso y social oportuno para hablar de la Virgen María y para que Ella nos ayude, con su victoria, a avanzar en este camino frente al coronavirus. Necesitamos de la intercesión de María para buscar soluciones en estas circunstancias, para poder acompañar y aliviar el sufrimiento de la gente; para que se pueda, en definitiva, mostrar el rostro maternal de la Virgen y superar desde la fe la situación de dificultad que estamos viviendo. Rogaremos para que Santa María de la Victoria siga intercediendo y acompañándonos en este tiempo difícil».

Para el predicador de la novena, natural de Ronda, su relación con la advocación de Santa María de la Victoria comenzó en sus tiempos de seminarista. «Corría el curso 1993-94. Recuerdo aquellos años en los que todos los meses de mayo el Seminario bajaba al Santuario a celebrar la Eucaristía. Dábamos gracias por el curso y peregrinábamos como lo hacen todos los malagueños. En estos últimos años, cuando ya he estado destinado en Málaga como sacerdote, he tenido relación con algunas personas de la Cofradía, con los párrocos que ha habido y con el que hay actualmente, que son compañeros sacerdotes, y especialmente con los jóvenes que participan en las actividades diocesanas y he tenido la oportunidad de acompañar. He vivido momentos muy significativos ante la imagen de la Virgen de la Victoria, especialmente en varias celebraciones matrimoniales que allí he oficiado».

El hecho de ser Delegado de Juventud, ¿hará de esta novena una novena especialmente dedicada a los jóvenes? Para Gil, «los jóvenes estarán muy presentes. Se hablará de ellos, pero también de otros temas importantes. Esta novena es muy particular por el momento en el que estamos. Yo diría que casi histórica, porque se va a celebrar este año en una situación de pandemia, y en consecuencia, bajo una situación sanitaria, social y religiosa un tanto difícil. Hay mucha gente que lo está pasando mal. Son cada día más los que tienen dificultades económicas, otros han padecido el virus del covid’19, muchos han fallecido durante el confinamiento, hay incertidumbre y miedo ante el futuro inmediato. Tenemos personas que lo están pasando mal porque no llegan a final de mes con su salario, o incluso están en el desempleo. Es necesario tener en cuenta todas estas situaciones para hablarle de ellas a la Virgen y para hablarles de la Virgen a quienes las están sufriendo».