Estas hermandades se convierten, así, en las cofradías 40 y 41 de la entidad. Los delegados ratificaron los acuerdos adoptados por la junta de gobierno en sus reuniones del pasado 17 de julio y 1 de octubre, respectivamente.

De los 195 delegados con derecho a voto, este jueves por la noche asistieron a la reunión 165. Primero se votó la solicitud de Mediadora, quedando aprobada por 93 votos a favor, 65 en contra y 7 en blanco. En segundo lugar se aprobó la entrada de Humildad y Paciencia, con 131 sufragios afirmativos, 31 negativos y 3 en blanco.

La última cofradía en entrar en la nómina de San Julián y que dejó de salir en las vísperas para hacerlo ya en los días de Semana Santa fue la capuchinera del Dulce Nombre. Su ingreso se aprobó el 20 de febrero de 2003. Sólo dos años antes, el 8 de febrero de 2001, la Santa Cruz pasaba el mismo trámite. Desde 1978, la llegada de nuevas hermandades a la Agrupación fue constante. Dolores de San Juan fue la primera y a ella le siguieron otras once corporaciones, que vinieron a contribuir decisivamente, en algunos casos, a depurar conceptos y a lograr la configuración actual de la Semana Santa de Málaga.

Sin embargo, desde 2003, y a pesar de que la ciudad experimentó una auténtica expansión del fenómeno cofrade hacia los barrios de la periferia, del que tanto Mediadora, en Las Delicias, como Humildad y Paciencia, en la Cruz del Humilladero, eran representantes destacadas, no se han dado altas en San Julián. De hecho, las cofradías que han obtenido ahora su ingreso llevan años procesionando por su feligresía y son hermandades canónicamente erigidas, con estatutos aprobados por el Obispado, desde el año 2005, superando con creces los cinco mínimos que establecen los estatutos agrupacionales para poder llamar a las puertas de San Julián.

En estos años se hizo extender también la idea de que la Autoridad Eclesiástica había aprobado un decreto que establecía un máximo de 39 cofradías en la Agrupación, una norma en realidad inexistente. Sólo el empeño y la ilusión de los cofrades de Mediadora y Humildad y Paciencia han conseguido, además, acabar con estos falsos mitos.

Pero este camino aún no ha concluido. Las reglas agrupacionales instan a las cofradías a proponer un día para hacer su salida cuando presentan los documentos para acreditar y justificar su deseo de acceder a la Agrupación. Sin embargo, la junta de gobierno aún tiene que asignar en qué jornada podrán hacer sus estaciones de penitencia. Mediadora ha solicitado el Miércoles Santo, con la intención además de entrar en la Catedral; mientras que Humildad y Paciencia ha pedido el Domingo de Ramos. A partir de ahora, los hermanos mayores de estos dos días tendrán que evaluar, aprobar o denegar, en cada caso, estas intenciones. Si no hubiera acuerdo, la junta será la que establezca el día de salida.

Además, los hermanos mayores de Mediadora, Pedro González, y de Humildad y Paciencia, Rafael González, deben también jurar sus cargos. A partir de entonces se negociará el día de salida de cada una. En este punto, Humildad y Paciencia cuenta con la facilidad de saber que se encerrará en el mismo lugar desde donde partirá su comitiva: su casa hermandad en la plazuela Virgen de Dolores y Esperanza, tras la iglesia de San Vicente Paul. Mediadora, por su parte, planteaba en principio encerrarse en el Centro, para lo cual tiene firmado un compromiso con la parroquia de los Mártires. Sin embargo, finalmente, tras hacer estación de penitencia en la Catedral, regresará a su barrio para encerrarse en un solar de la calle Ayala, a medio camino entre el Centro y el Ave María, donde instalará un tinglao. Se trata de una parcela de unos 300 metros cuadrados, cedida por el Ayuntamiento, y en la que la cofradía pretende construir su casa hermandad. Así acercará su procesión al centro en 1,5 kilómetros, 3 menos en total, si se plantea en el futuro la salida y la entrada en el mismo lugar.

Los hermanos de Mediadora esperaban la noticia en el pequeño oratorio donde reciben culto los sagrados titulares. El hermano mayor destacó que el ingreso en la Agrupación «supone un paso importante y significativo en nuestra historia como hermandad, que podrá llevar al corazón de la ciudad la fe y devoción de la feligresía de la Encarnación», según dijo. «Vamos a aportar una hermandad fundamentada en el amor a Dios y a la Virgen a través de dos advocaciones, la de Redentor del Mundo y Mediadora de la Salvación, que son de hondo calado catequético. Una iconografía novedosa como es el de la aceptación de la Cruz por Nuestro Señor para nuestra Salvación. Unos barrios, Las Delicias, Girón, Parque Mediterráneo, La Paz, que se han hecho cofrades con su hermandad y que aspiran llegar a la Catedral como meta gloriosa de nuestro caminar», indicó Pedro González.

En la Cruz del Humilladero también vivieron el desenlace de la asamblea con gran expectación en la casa hermandad, donde se reunieron los hermanos. La celebración no se hizo esperar. Pero tampoco la oración y las gracias a los titulares, en la iglesia de San Vicente. Rafael González, el hermano mayor, no dudó en calificar el ingreso de su cofradía en la Agrupación «como el hecho más importante de nuestra historia». «A partir de ahora vamos a estar respaldados por una organización superior, algo que hemos echado en falta en algunas ocasiones en nuestra andadura como hermandad no agrupada», indicó. En el caso de Humildad y Paciencia, «aportaremos a la Semana Santa de Málaga una iconografía inexistente y, sobre todo, un barrio entregado que bajará con su hermandad al Centro», concluyó González.