NoticiaEntrevistas Juan Manuel Mora: «Al Papa todos lo entienden, no necesita intérpretes» Juan Manuel Mora durante una ponencia en el encuentro sobre redes sociales de iMisión Publicado: 25/04/2016: 10344 Juan Manuel Mora (San Fernando, Cádiz, 1957) es vicerrector de Comunicación de la UNAV desde 2007. Además de su labor educativa, Mora ha escrito varias obras e imparte interesantes conferencias, con títulos novedosos como “El papa Francisco en siete lecciones de comunicación”. En una jornada organizada por iMisión sobre evangelización digital explicó usted siete lecciones de comunicación que nos da el papa Francisco. Se trata de siete lecciones que aprendemos del Papa con todo lo que hace y lo que dice. Estamos viendo que tiene un gran impacto comunicativo, es una persona que genera confianza en la gente, se dirige a los gobernantes… Al ver este impacto, me pregunté, ¿qué está haciendo o qué nos está diciendo que podamos hacer nosotros también? Y de ahí surgieron estas siete lecciones del Papa para la comunicación. ¿Cuáles son? La primera sería, una Iglesia en salida; es decir, la Iglesia no es una institución pasiva que espera a que la gente venga, sino que sale al encuentro. Hemos de salir hacia las periferias. La segunda es volver a lo esencial del mensaje cristiano; es decir, no dedicarnos tanto a discutir sobre pequeñas cuestiones controvertidas y sí dedicarnos a lo esencial: Jesucristo, el Evangelio, las bienaventuranzas, el padrenuestro, la gracia... La tercera sería poner en primer plano a los pobres. Así lo hace Jesús en el Evangelio. Ninguna institución tiene un millón de religiosos en todo el mundo prestando servicio en zonas de frontera y de necesidad. La cuarta sería ver la evangelización desde la misión. Es decir, tener conciencia de que la Iglesia no es sólo una organización. El fin de la Iglesia es llevar el mundo a Dios y mejorarlo también humanamente. La quinta sería utilizar un lenguaje diferente, más transparente, que todo el mundo pueda entender. Nuestro papa Francisco nos está dando muchísimo ejemplo. Habla en un lenguaje que todo el mundo entiende y no necesita intérpretes. Llega a todo el mundo con su labor. La sexta sería la coherencia. Él no habla de los pobres, se preocupa de ellos. No sólo habla de los refugiados, los inmigrantes y la guerra, sino que va a los lugares, como ha hecho recientemente en Lesbos. Esa coherencia es un ejemplo grande para nosotros. Lo más importante que tenemos que hacer los cristianos es lo que tenemos que ser: comprensivos, misericordiosos, pacíficos, amables, leales, sinceros... el retrato robot de las bienaventuranzas. Y la última lección es contagiar alegría, así lo deja claro en sus documentos: “La alegría del Evangelio” (Evangelii gaudium”, “La alegría del amor” (Amoris laetitia). Toda la evangelización debería estar marcada por la alegría.